En una entrevista con Telefuturo, Garay señaló que lo hecho por Aguilera se trata de un “plagio inteligente” y afirmó que fragmentos, personajes, situaciones y comentarios de su obra fueron calcados por el escritor.
“Exactamente toman la máquina del tiempo y exactamente como mi protagonista se van al 14 y 15 de mayo de 1811. Los protagonistas, exactamente son dos niñas y una abuela, exactamente son dos niños y un abuelo. Sucesivamente como voy narrando él (Nelson Aguilera) lo narra, pero lo maquilla”, declaró.
“En mi obra un personaje dice ¡brrrr! ¡Qué frío! Esta misma expresión se encuentra en el libro de Aguilera. En mi obra, Pedro Juan Caballero se arrodilla para hablar con un niño, en el de Aguilera también”. “Al leer el libro de él y comparar con el mío, uno puede darse cuenta de que no aportó nada nuevo”.
Luego de su ácida crítica el autor condenado a dos años de prisión por plagio, manifestó que su intención no fue generar algún tipo de perjuicio a su persona.
“No quise generar perjuicios ni problemas porque no está eso en mi ánimo, por eso dije a mis abogados que hablen con los suyos para no llegar a un juicio. Pero Nelson Aguilera se negó rotundamente a llegar a un arreglo”, aseguró.
La condena a Nelson Aguilera generó un amplio rechazo en el ámbito artístico local, y también de la ciudadanía, que expresó su respaldo al escritor, especialmente en las redes sociales.
Varios escritores apoyan a Aguilera, entre ellos Rubén Bareiro Saguier, Estela Appleyard de Acuña, María Alicia Bareiro y Esther González Palacios, quienes argumentan que no existe un plagio en la obra Karumbita.
Para los literatos, el viaje a través del tiempo es situación recurrente en creaciones estéticas, pero que en las obras se presentan de manera diferente, ya que Garay lo ubica en alternancia de ficción y realidad, en tanto Aguilera lo sitúa en el ámbito onírico y su alternancia es entre el pasado histórico y la contemporaneidad.