“El mundo hoy es más seguro y estable que hace 24 horas. Muchos de estos países que han emitido declaraciones condenándonos en privado coinciden con nosotros en que esto era necesario”, dijo en una entrevista en el canal Fox News.
Para el jefe de la diplomacia estadounidense, los que han manifestado su oposición “hacen lo que tienen que hacer por sus propios fines de relaciones públicas, pero el único que está descontento en el mundo con lo que ocurrió anoche en Irán es el régimen iraní”.
Según Rubio, los iraníes pensaban que podían hacer con Donald Trump “lo mismo que han hecho con otros presidentes y salirse con la suya”.
“Y anoche (por el sábado último) descubrieron que no pueden y el mundo también lo descubrió. Eso es importante no solo en este asunto, sino también en muchos otros. Lo que estamos viendo es que este es un presidente que dice lo que va a hacer y lo hace”, sostuvo.
EL MAYOR DE LA HISTORIA. La operación Midnight Hammer (Martillo de Medianoche), con la que EEUU atacó por sorpresa instalaciones nucleares iraníes, fue el mayor bombardeo con aviones B-2 de la historia del país, en un plan preparado durante meses y que contó con señuelos para tomar a Irán por sorpresa.
Así lo describieron ayer los altos cargos del Pentágono en una rueda de prensa para ofrecer detalles de la operación. “Ningún otro país del mundo podría haber llevado a cabo una operación como esta”, afirmó el secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien destacó que EEUU posee “el mayor poderío militar que el mundo haya visto jamás”.
En total, participaron más de 125 aeronaves, incluyendo siete bombarderos B-2, aviones cisterna de reabastecimiento, aviones de reconocimiento y cazas. Se emplearon 75 bombas y misiles en el ataque.
Los B-2 Spirit son aviones de combate estratégicos diseñados por EEUU para penetrar defensas aéreas pesadas y realizar ataques de precisión, capaces de lograr una alta invisibilidad en los radares. Estas aeronaves lanzaron más de una docena de bombas antibúnker de 13.600 kilos sobre dos instalaciones nucleares clave: Fordó y Natanz. Además, Estados Unidos disparó misiles Tomahawk desde un submarino contra Isfahán.
Según explicó el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Dan Caine, este fue el bombardeo con B-2 más grande de la historia de EEUU, así como la misión más larga con este tipo de aeronaves desde los ataques del 11 de septiembre de 2001.