En un recorrido por la ciudad de Lambaré –a simple vista– se puede observar una gran cantidad de máquinas tragamonedas en lugares prohibidos.
A lo largo de la avenida Acuña de Figueroa, en las cercanías de escuelas y plazas adonde acuden muchos menores de edad, se pueden visualizar las máquinas en sitios como despensas, tiendas de ropa, bodegas, copetines, entre otros comercios, sin ningún tipo de control por parte de la Municipalidad.
Silvia Aveiro, licenciada en Sicología Clínica, mencionó acerca de los efectos negativos que genera el uso de las tragamonedas en los menores.
“Los niños que frecuentan estas máquinas entran en una modificación de sus hábitos y costumbres y pierden la noción del tiempo y ahí es donde adquieren vicios, malas costumbres; esto empieza con un simple juego y luego se vuelve una adicción”, aseveró.
Asimismo, relató que entre los principales efectos negativos de este tipo de juegos se da la deserción escolar, dificultades en el aprendizaje, acompañados de problemas de conducta y seguidos de actos de violencia.
“Estos juegos generan falsas expectativas para obtener recompensas económicas sin hacer mayor esfuerzo. Una vez que el juego se vuelve una adicción, le perjudica al niño tanto en el ámbito escolar y familiar”, destacó.
Son varias las consecuencias de la adicción a los juegos de azar, cuya patología se denomina ludopatía, que, según la Organización Mundial de la Salud, es el trastorno caracterizado por la presencia de frecuentes y reiterados episodios de participación en juego de apuestas.
ASISTENCIA. La experta remarcó que es fundamental que los padres lleven a una asistencia sicológica a los chicos que se vuelven dependientes de estos juegos de azar.
“Cuando uno constata que el niño ya tiene una adicción extrema a los juegos, hay que recurrir a un profesional del área de sicología para que pueda intervenir y brindar asistencia”, comentó.
Por otra parte, Graciela Figueredo, directora de la Codeni de la Comuna de Lambaré, mencionó que estas máquinas son muy perjudiciales para los chicos, ya que desarrollan adicción temprana a los juegos, y que los locales pueden recibir altas multas y hasta la clausura del negocio si se constata que menores utilizan estas máquinas.
“Esto afecta de forma muy grave a los niños porque lo único que piensan es en jugar y luego ellos se sumergen en el mundo de la adicción”, destacó Figueredo.
Añadió que los niños de la calle además se ven afectados con esta situación, puesto que el dinero que consiguen lo utilizan en estas máquinas.
“Generalmente muchos de estos lugares son clandestinos, estos lugares incluso se clausuran y, al constatar que los dueños de los locales permiten a los chicos jugar, por parte del Municipio reciben altas sanciones o se les clausura el negocio”, puntualizó.
Ante cualquier denuncia se puede contactar al 147 o acudir a la Codeni más cercana.
Los niños que frecuentan estas máquinas modifican sus hábitos y luego se vuelve una adicción. Silvia Aveiro, sicóloga clínica.