(EFE)
“El estado del expresidente sigue siendo estable pero crítico, mientras Madiba -como se conoce a Mandela en su país- continúa respondiendo al tratamiento, como cuando el presidente Zuma le visitó por última vez”, dijo la presidencia sudafricana en un comunicado.
“El presidente Jacob Zuma ha visitado al expresidente Nelson Mandela esta mañana, 18 de noviembre de 2013, en su casa de Houghton, donde continúa recuperándose”, reza la nota presidencial.
El anuncio, el primero oficial después de varias semanas de silencio, se produce después de que la exesposa de Madiba, Winnie Madikizela-Mandela asegurara ayer a la prensa local que su antiguo marido sigue “bastante enfermo” y no puede hablar debido a los tubos a los que está conectado.
En su visita de hoy, Zuma transmitió a Madiba los buenos deseos de los sudafricanos y de la gente de todo el mundo.
A sus 95 años, Nelson Mandela recibe tratamiento en su domicilio de Johannesburgo, convertido en una unidad de la UCI desde que fuera trasladado allí, procedente del hospital de Pretoria donde estaba hospitalizado, el pasado 1 de septiembre.
Madiba fue ingresado en estado grave el 8 de junio por una recaída de una infección pulmonar, y su estado pasó a ser crítico el 23 de junio.
Pese a las mejoras comunicadas por la familia y la presidencia desde entonces, el pronóstico del mandatario no ha mejorado hasta el momento.
Saliendo al paso de los rumores que apuntan a ello, Winnie Madikizela-Mandela calificó ayer de “sinsentido” la hipótesis de que Madiba esté conectado a una máquina de soporte vital.
Madikizela-Mandela aseguró que su exmarido ha superado la neumonía que sufría, aunque afirmó que sus pulmones siguen siendo “sensibles”.
Mandela se convirtió en 1994 en el primer presidente negro de la historia de Sudáfrica, y lideró junto a su antecesor en el cargo y último líder del régimen racista del “apartheid”, Frederik De Klerk una transición democrática que evitó una guerra civil entre blancos y negros en el país austral.
Mandela había salido de prisión cuatro años antes, tras pasar encarcelado 27 años por sus actividades contra el régimen segregacionista, en cuyas cárceles contrajo los problemas respiratorios que ahora padece.