En el gabinete de Bayrou, los ex primeros ministros Élisabeth Borne y el franco-español Manuel Valls liderarán respectivamente el Ministerio de Educación y el de Ultramar.
El ex ministro de Interior Gérald Darmanin, ocupará la cartera de Justicia, mientras que los ministros de Defensa, Sébastien Lecornu, de Relaciones Exteriores, Jean-Noël Barrot, y de Cultura, Rachida Dati, conservarán sus puestos.
Otra de las figuras que permanece en el cargo es el conservador ministro de Interior, Bruno Retailleau, que prometió una férrea lucha contra la inmigración ilegal.
Francia lleva meses sumida en un bloqueo político, tras las elecciones anticipadas de julio que fracturaron la cámara baja del Parlamento en tres grandes bloques.
PRESUPUESTOS. La crisis se centró en las últimas semanas en los desacuerdos entre el ejecutivo y la oposición sobre los presupuestos de la segunda economía de la Unión Europea para 2025, que aún no pudieron ser votados.
La difícil tarea de elaborarlos, bajo la presión de importantes déficits fiscales, recaerá en el banquero Éric Lombard, nombrado ministro de Economía.
La inclusión de dos ex primeros ministros indica el deseo de Macron de tener un gobierno de peso, con una estabilidad que le permita evitar el destino del anterior, liderado por Michel Barnier y censurado a principios de diciembre por una inédita confluencia de las bancadas de izquierda y de ultraderecha, críticas con sus austeros proyectos de presupuestos. AFP