EFE
SAO PAULO, BRASIL
El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso por corrupción, insistió ayer desde prisión en que será candidato en las elecciones del próximo octubre para “recuperar la soberanía del pueblo brasileño”, a pesar de que está virtualmente inhabilitado.
“Pueden tener certeza de que voy a ser candidato para, entre otras cosas, recuperar la soberanía del pueblo brasileño”, escribió el ex mandatario en un mensaje divulgado en sus redes sociales.
Lula afirmó que es “muy triste” que el Gobierno del presidente Michel Temer, en el poder desde mediados de 2016 tras la destitución de su ahijada política Dilma Rousseff, esté “vendiendo” parte del patrimonio público “de forma irresponsable” y “a precio de banana” para “encubrir su ilegitimidad”.
Brasil necesita tener y consolidar su soberanía y desterrar el complejo de inferioridad que la élite brasileña siempre tuvo en relación a los EEUU, añadió el ex jefe de Estado, quien cumple desde el pasado 7 de abril una pena de 12 años y un mes por corrupción pasiva y lavado de dinero.
El máximo líder del Partido de los Trabajadores (PT), que él mismo fundó en 1980 junto con un grupo de obreros e intelectuales, no hizo mención alguna a la dura batalla entre jueces ocurrida el domingo en torno a su liberación.
El juez de guardia Rogério Favreto, del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF4), corte de segunda instancia, concedió a Lula un hábeas corpus, solicitado por un grupo de diputados del PT, y determinó su “inmediata” puesta en libertad.
El juez federal Sergio Moro, encargado del caso Petrobras en primera instancia y quien condenó a Lula el año pasado, cuestionó la competencia de su colega y apeló a que se pronunciase el instructor de la causa en el tribunal de segunda instancia, Joao Gebran Neto.
Este revocó la liberación del ex mandatario, pero poco después Favreto dictó nuevamente su excarcelamiento, que negó en una segunda oportunidad el presidente del TRF4, Carlos Thompson Flores, para zanjar la controversia.
La presidente del PT, la senadora Gleisi Hoffmann, denunció en la víspera una conjura del Poder Judicial para evitar la liberación del ex gobernante (2003-2010) e impedir que sea candidato para los comicios del 7 de octubre.