21 ene. 2025

“Lula puede querer ayudar al Paraguay, pero Peña debe fijarse en el Congreso”

Es el Parlamento brasileño el que tiene la última palabra sobre el Tratado de Itaipú, y para Carlos A. Di Franco, el Gobierno está confiado riesgosamente en lo que dice Lula. Pidió fortalecer a América Latina.

Carlos Alberto Di Franco_38440656.jpg

Sin dueños. Carlos Alberto Di Franco recuerda que el periodista no debe basarse en intereses de políticos ni empresarios.

Ruth Benítez Díaz

@ruthbenitezdiaz

El mundo digital, los influencers y la radicalización política se volvieron elementos que renovaron los desafíos del periodismo, según la mirada de Carlos Alberto Di Franco, periodista especializado y catedrático brasileño. Sobre la relación de Brasil con Paraguay, considera que el gobierno se concentra en Lula y está perdiendo de vista al Congreso del país con el que negociará el Tratado de Itaipú.

–Desde su punto de vista, ¿cuáles son los nuevos desafíos del periodismo, ante el cambio en las formas de consumo de información?

–La prensa tradicional vive una crisis importante, que empieza con la disrupción digital. Antes, nuestra competencia era otro diario. Hoy, sigue siendo, pero la mayor competencia son los influencers y el mundo digital, entonces tenemos que ofertar una información de altísima calidad y con poca gente, porque tenemos menos periodistas, y el producto tiene que ser todavía mucho mejor. Hay un problema serio, que el escenario cambió, ya no tenemos la hegemonía de la narrativa, hoy tenemos una competencia mucho más fuerte.

–¿La inteligencia artificial podría ser también otro desafío para el periodismo?

–Sin duda. Pero la inteligencia artificial no va a sustituir el trabajo del periodista, porque lo que hace la IA es producir con algoritmos, y alguien tiene que pensar la información, el plan estratégico. Nada supera el alma humana, la inteligencia, la capacidad y la mirada humana hacia los hechos.

–¿Su opinión sobre el nuevo escenario político y la desinformación?

–Ese es el otro desafío. El mundo se polarizó, se radicalizó, se perdió la capacidad de dialogar, vemos como enemigo al que piensa distinto. Lo que vemos en Brasil, Estados Unidos, ahora en Argentina. Desde mi visión, de alguna manera, los medios también entraron en la radicalización, y no podemos entrar, tenemos que mirar los hechos, no podemos hacer contrabando opinativo en la información. Acaba de salir una encuesta muy preocupante en Estados Unidos que dice que hay un estancamiento importante de consumo de información de medios tradicionales en Estados Unidos y una pérdida creciente de credibilidad de los grandes grupos de información norteamericanos. Esto empieza en la elección de Donald Trump. La prensa americana, los grandes diarios, como el New York Times, no hablaron con la sociedad real, se adelantaron diciendo que Hillary Clinton sería la presidenta. Entonces los lectores dejaron de creer. Un desafío es entender que no tenemos dueño; nuestro dueño tiene que ser la verdad, los intereses del pueblo paraguayo; no pueden ser los políticos, los empresarios ni los intereses económicos; tenemos que estar comprometidos con la información, tenemos que salir a la calle y mirar los hechos.

–Con respecto a la polarización, como sucede en la región y otras partes del mundo, ¿no es necesario que los periodistas tomen postura con transparencia?

–Es importante tener muy claro que una cosa es la información y otra, la opinión, yo creo que el diario debe tener su postura respecto a los hechos, lo que tenemos que hacer es un esfuerzo para poder hablar con cualquiera.

–¿Es necesario además llegar al público joven?

–Necesitamos tener a los jóvenes con nosotros. Y esto significa conocerlos, cuáles son sus hábitos, esfuerzos, inquietudes. La cosa más fascinante del periodismo se está perdiendo, y es salir, hablar con la gente, con los jóvenes.

–En cuanto al Tratado de Itaipú, al parecer todo está encaminado, tanto Peña como Lula tienen un acuerdo, ¿esto podría ser positivo?

–Yo creo que es muy positivo, no hay tensiones. Las negociaciones marchan bien. Lo único que diría es tener en cuenta el Congreso porque los dos pueden estar de acuerdo, pero sin la firma del Congreso, no se podrá seguir adelante. Lula puede decir que Brasil tiene que ayudar al desarrollo del Paraguay, pero sin la aprobación del Senado, diga lo que diga Lula o Itamaraty, no va a haber nada. Es necesario negociar con el presidente y hacer lobby con parlamentarios.

–Lula asumió en un Brasil dividido por la mitad. Actualmente, ¿el gobierno logra tener gobernabilidad o hay trabas?

–El país sigue dividido a la mitad porque Lula y Bolsonaro ejercen un liderazgo y la polarización sigue, pero una cosa es una campaña política y otra es sentarse en la silla presidencial con todos los problemas, entonces lo que se observa es un desgaste creciente del gobierno porque ahora mismo ha dejado de lado la meta fiscal, la tendencia a la inflación es subir. Yo creo que el presidente Lula está desarrollando una política externa equivocada, porque está preocupado en ponerse como mediador de la guerra de Rusia y Ucrania o de Israel y Palestina, cuando no tiene ningún poder. Sin embargo, ¿cuántos viajes hizo Lula a América Latina? Poquísimos, y es que tu campo tiene que estar aquí, porque Brasil tiene una vocación, por la dimensión continental del país y por el tamaño de la economía, para liderar América Latina, porque tiene buenas relaciones, y hacer que América Latina unida tenga fuerza mayor para negociar con otros continentes.

–Peña tiene una buena relación con Lula, y aparentemente apuntan a un cambio en el eje económico del Mercosur, rechazando a la Unión Europea.

–Yo no soy favorable a ningún tipo de rechazo. Siempre es mejor negociar. La UE es muy importante y poderosa. El problema que tienen con Brasil es aceptar la enorme competitividad del agronegocio brasileño. Macron está continuamente posicionándose críticamente, porque la agricultura francesa es subsidiada por el Estado, la agricultura brasileña es altamente calificada, mecanizada, moderna y llega a Europa con productos buenísimos a un precio competitivo que podría afectar a la agricultura francesa. Pero eso no se resuelve volviendo de costas para un mercado tan importante como el europeo. China es el mayor socio comercial de Brasil, ha superado a EEUU, no obstante, Brasil sigue negociando con EEUU.

–En el contexto argentino, ¿la línea política de Massa o de Milei conviene a Paraguay y al Mercosur?

–Argentina está viviendo con un fantasma que se llama Perón, hace 60 años. Es un momento en que mucha gente depende del subsidio, lo único que explica que el ministro de Hacienda que ha provocado la inflación sea candidato, y el otro con un discurso que no tiene sentido como cerrar el banco central o dolarizar la economía. Yo creo que nuestros países tienen que negociar con quien sea.

Más contenido de esta sección
El presidente mantuvo varias reuniones con autoridades norteamericanas y viajó a EEUU en tres ocasiones. La sanción a Tabesa y la reacción del Ejecutivo tensionaron la relación diplomática.
Celebraron 203 años de independencia del Perú. Las relaciones bilaterales entre Paraguay y Perú apuntan a seguir fortaleciendo los acuerdos comerciales.
El líder del bloque, Bachi Núñez, sostuvo que no tomarán ninguna postura porque consideran que es una “cuestión personal” las graves acusaciones sobre lavado de dinero y asociación criminal.
ACUSACIÓN. Fiscalía estableció que senador insertó capitales del tráfico al mercado legal financiero.
APOYO. Avioneta del senador fue clave para que no paren las operaciones de la organización.
Gran carga. Marset e Insfrán hablaban de mover 2 mil a 4 mil kilos de cocaína en fechas de vuelos. Sin transporte. Marset refirió que se quedaron sin aviones tras la incautación en Arrayán. Destino de la aeronave. Fue comprada por un cercano al vicepresidente Alliana y su esposa Souto.