15 may. 2024

Lula o Bolsonaro, impacto en Paraguay

El domingo pasado se realizaron elecciones en el Brasil para elegir un nuevo presidente, para renovar un tercio de la Cámara de Senadores y la totalidad de los diputados y gobernadores.

Entre todas estas elecciones, el enfrentamiento entre Lula y Bolsonaro por la presidencia monopolizó gran parte de los espacios en la televisión y en las redes sociales y ya fue ampliamente analizado.

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A mi criterio, lo más relevante de las elecciones del domingo pasado han sido los resultados en las elecciones para el Senado y para la Cámara de Diputados.

Recordemos que -en el año 1988- el Brasil luego de haber salido de una larga dictadura militar elaboró una nueva Constitución que le otorgó grandes poderes al Congreso y redujo las atribuciones presidenciales.

El Brasil tiene un sistema de gobierno casi parlamentarista, por eso los resultados del domingo pasado donde el “bolsonarismo” fue arrollador obteniendo la mayoría en ambas cámaras del Congreso, es de enorme importancia para analizar el futuro.

Si en la segunda vuelta presidencial ganara Lula, el mismo se verá obligado a muchas negociaciones y concesiones para poder gobernar e incluso para sobrevivir.

Esta larga introducción me parecía necesaria para luego ver los posibles escenarios para nuestro país, en el caso de un triunfo de Lula o de Bolsonaro.

Con el Brasil tenemos numerosos temas que nos unen pero que también han sido fuentes de permanentes conflictos, entre ellos podemos citar Itaipú, el Mercosur, la amenaza del crimen organizado, la presencia de los mal llamados brasiguayos, etc.

Todos los temas son importantes, pero sin duda alguna el más importante y sensible para la sociedad paraguaya es el tema de Itaipú. Aquí se mezclan reivindicaciones históricas que vienen desde la Guerra de la Triple Alianza hasta expectativas económicas que ven a la usina como vital para nuestro desarrollo futuro.

Dentro del tema de Itaipú, lo más urgente que encontrará el nuevo presidente brasileño con el Paraguay será la fijación de la tarifa para el año 2023.

Recordemos que el Brasil quiere que la misma baje como consecuencia de la reducción de la deuda y el Paraguay quiere que se mantenga en los valores actuales para generar un ingreso al país.

En este punto creo que Lula que tiene la visión de que Itaipú es una empresa con responsabilidad social y que debe ser una palanca de desarrollo, puede estar más dispuesto a aceptar la posición paraguaya, que un Bolsonaro que tiene la visión de que Itaipú es una empresa que ante todo debe ser eficiente y consecuentemente debe tener menores costos.

La tarifa es lo urgente, pero lo más importante es, sin duda, la negociación del Anexo C y ahí no creo que el Paraguay encuentre grandes diferencias entre negociar con Lula o con Bolsonaro. Existe la creencia de que con Lula será más fácil porque él ya se mostró generoso con el Paraguay en el pasado.

Esa es una visión simplista. Lula fue generoso principalmente con Lugo con el cual tenía afinidad ideológica y fue generoso en un momento en que el Brasil nadaba en la abundancia del boom de los commodities.

La situación económica actual de Brasil no es la misma y en última instancia el nuevo Anexo C debe ser aprobado por el actual Congreso brasileño, dominado por los bolsonaristas.

Nuestro gran problema en la negociación del Anexo C no es el Brasil, somos nosotros los paraguayos, que hemos sido absolutamente incapaces de ponernos de acuerdo en una posición.

La conclusión es que cualquiera sea el nuevo presidente del Brasil, los temas que tenemos en la agenda son complejos y requieren de difíciles negociaciones.

El primer paso en estas negociaciones es la negociación interna entre nosotros los paraguayos, recordando al Martín Fierro, que decía “Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera… porque si entre ellos pelean los devoran los de afuera”.

Dependemos de nosotros y no de ningún salvador.

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