02 jun. 2025

Lula afirma que “quien torturó a Dilma en los 70, debe estar torturado por dentro hoy”

El jefe de Estado brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este jueves que quien torturó a la presidenta electa, Dilma Rousseff, en los años 70, cuando militaba en grupos armados, “debe estar torturado por dentro al verla lista para gobernar”. | EFE

Lula, quien personalmente escogió a Rousseff como candidata del Partido de los Trabajadores (PT) y se metió de lleno en la campaña de las elecciones de octubre pasado, en las que ganó con un 56% de los votos, dijo en un acto público que sabe que “no se equivocó".

“Estoy orgulloso de haber elegido a la compañera Dilma”, quien “debe haber pensado que el mundo se había acabado” cuando en la década de los años 70 estuvo casi tres años en prisión y sufrió torturas por sus vínculos con grupos guerrilleros alzados contra la dictadura militar, dijo Lula ante cientos de pequeños agricultores.

“Quien la torturó pensando que había acabado con ella, debe estar torturado por dentro”, subrayó.

“Si Dilma sufrió, no imagino lo que estará sufriendo el torturador al verla lista para gobernar sin odios, sin sentimientos de revancha y pensando sólo en el pueblo”, agregó Lula, quien le entregará el poder a Rousseff el próximo 1 de enero.

El mandatario reiteró su “orgullo” por haber colaborado con la elección de quien será la primera presidenta de Brasil, pues está convencido de que ayudará a situar a la mujer “en su verdadero lugar” en la sociedad y, en particular, en la política.

“La mujer tiene derechos en la Constitución, donde se dice que es igual que el hombre, pero la realidad es que en Brasil unos son más iguales que otros”, sostuvo.

También manifestó su confianza en que los vastos planes sociales que puso en marcha su Gobierno durante los últimos ocho años serán “expandidos” y “mejorados” durante la gestión de Rousseff, quien participó en su diseño como ministra de la Presidencia.

Citó entre esos planes el conocido como “Luz para todos”, que llevó energía eléctrica a “trece millones de almas brasileñas que salieron del siglo XVIII y vinieron al siglo XXI en ocho años”, y también programas para las compras gubernamentales de productos de la agricultura familiar, que beneficiaron a 15 millones de personas.

En tono anecdótico respondió a críticas de sectores de izquierda que tildaron esos programas de “asistencialistas” y “populistas” y recordó que en 1975 estuvo en Alemania, en la época separada aún por el Muro de Berlín.

“En el lado oriental no se podía comprar nada y del otro había un pueblo con un enorme acceso a bienes materiales”, evocó Lula, quien apuntó que eso le hizo “comprender” que “alguna cosa estaba mal”.

Según Lula, el éxito de su gestión y la popularidad del 80% que mantiene tras ocho años en el poder, se deben a que supo “entender que en un Gobierno democrático uno hace lo que puede hacer” dentro de un marco político “real” y sin dejarse llevar por “politólogos o sociólogos” que tejen teorías en “oficinas con aire acondicionado”.

En el Gobierno “tenemos que trabajar con lo que tenemos y tratar de cambiar la realidad conversando con el pueblo” y “eso es lo que pasó en Brasil y lo que seguirá pasando en Brasil con la compañera Dilma”, afirmó Lula.