Desde un dolor de cabeza hasta la pérdida de la audición puede generar la exposición constante a ruidos y sonidos molestos. Los efectos físicos, psicológicos y sociales pueden cambiar el hábito de vida de una persona.
El ruido medido en decibeles que supere los 60 ya impide que una persona se comunique adecuadamente y logre un descanso suficiente.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente el 80% de los habitantes de las ciudades modernas soportan niveles superiores a los recomendables. Tres son los principales factores de ruido: el tráfico, las industrias y los locales públicos.
Los sitios bailables son generadores de ruido molesto con la potencia de la música que suena no solo dentro sino fuera del local. Sin embargo, los vecinos que viven a lo largo de la avenida Mariscal López en la ciudad de Fernando de la Mora no concilian el sueño en los días en que empieza la actividad nocturna.
Estas discotecas ?con el permiso del Ejecutivo? se encuentran en plena zona residencial de la ciudad. Sin embargo, las quejas y las molestias no fueron suficientes, además de la legislación existente para que estén en funcionamiento.
Según estudios, un ruido constante por encima de los 55 decibeles puede producir trastornos en el sistema hormonal e inmunitario que derivan cambios vasculares y nerviosos así como el aumento del ritmo cardiaco y tensión arterial. También repercute en el sueño produciendo insomnio, que puede conducir a un cansancio general que a su vez puede disminuir las defensas y posibilitar la aparición de enfermedades infecciosas.
LEGISLACIÓN. Esta falta la contempla la Ley Nº 1.100/97 que previene y prohíbe causar ruidos y sonidos molestos y en su artículo 2º establece esto “así como vibraciones cuando por razón del horario, lugar o intensidad afecten la tranquilidad, el reposo, la salud y los bienes materiales de la población”.
En el caso de la nueva discoteca Nusc, el efecto es más directo, ya que su estructura está directamente conectada con las paredes de una vivienda particular.
Esta y otras situaciones no fueron previstas por las autoridades municipales, que permitieron que el sitio esté habilitado al público. La salud de los pobladores está en riesgo.
El Código Sanitario en sus artículos 128 y 130 señala que el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS) “arbitrará las medidas tendientes a prevenir, disminuir o eliminar las molestias pú-blicas provenientes de ruidos...”.