Así lo confirmó Miguel Bazán, de la Cámara de Distribuidoras Paraguayas de Combustibles (Cadipac), quien de todos modos aclaró que hace unos 10 días algunos emblemas ya vienen calibrando los montos hacia arriba, embretados por los precios con que adquirieron las últimas partidas.
De esta manera, y a través también del poco prolijo anuncio oficial del aumento en los precios de los hidrocarburos que comercializa Petropar –que subirán desde el lunes próximo–, arranca la variación que llevará a pagar más por los combustibles que se carguen a los tanques de los rodados.
La comunicación llegó solo mediante las redes sociales de la petrolera estatal, sin que su titular, Denis Lichi, expusiera los costos y la decisión; mientras que en una conferencia de prensa en el Ministerio de Industria y Comercio, su titular, Luis Castiglioni, habló junto al ministro de Hacienda, Óscar Llamosas, y el viceministro de Transporte, Víctor Sánchez, pero casi sin hacer referencia al aumento, apuntando que de eso se encarga Petropar.
El nuevo golpe al bolsillo se patentiza, entonces, de la siguiente manera: G. 9.990 costará el litro de la nafta Aratirí; G. 9.060 la nafta Oikoite; G. 8.300 la nafta Kape; mientras que el diésel Mbarete pasará a costar al público G. 9.990 y el diésel Porã (común) G. 8.800. Más o menos en esos precios también quedará el espectro de los combustibles comercializados en el sector privado.
El ministro Castiglioni centró su alocución en que el Gobierno está muy preocupado porque en el mercado local no falte el combustible, atendiendo a que en la región (específicamente en Argentina) la escasez es cada vez más patente.
Insistió en que para los próximos dos meses el stock de combustibles no faltará, tanto los de la petrolera estatal como de los privados.
En tanto que el ministro de Hacienda mencionó que en el Equipo Económico Nacional siguen monitoreando las variables para la concreción de los precios, mencionando en que lo decidido en torno al Impuesto Selectivo al Consumo continuará vigente, para paliar de alguna manera el golpe al bolsillo.
A su turno, el viceministro de Transporte enfatizó en que con esta variación queda, de todas maneras, fijo el precio del pasaje del transporte urbano, ya que se continuará con el subsidio al boleto; con lo que la ciudadanía no tendrá de esa manera que preocuparse en torno a su traslado diario en colectivo.
Camioneros quieren hablar con Lichi
Juan Villalba, de la Central Obrera y Transporte del Paraguay, indicó ayer que el lunes irán a Petropar –con o sin sus camiones– con el fin de instar a una mesa de diálogo entre la petrolera, los transportistas de carga, el sector privado de combustibles y el Gobierno, para paliar de alguna manera el impacto de la nueva suba de hidrocarburos.
“Desde mañana (por hoy) ya estaremos autoconvocándonos al costado de las rutas y el lunes iremos a Petropar. Queremos que nos reciban y que se generen estrategias para que el efecto de las subas en el combustible no sea tan profundo”, dijo ayer.
Por su parte, Cesar Sotelo, de la Asociación Paraguaya de Trabajadores del Transporte, sostuvo que es insostenible una nueva suba en el precio del combustible, porque prácticamente ya no podrán trabajar, puesto que están desarrollando tareas a pérdida.