05 jun. 2025

Los colibríes ven colores que los humanos no pueden percibir

Para encontrar comida o pareja, escapar de los depredadores o moverse las aves dependen de su excelente visión y de su capacidad para distinguir colores. Ahora, un equipo de científicos demostró que los colibríes ven incluso los colores que no se ven, los que están fuera del espectro electromagnético.

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Un ejemplar de ave Zamarrito Pechinegro, una de las tres especies endémicas de colibríes de Ecuador, en San Miguel de los Bancos (Ecuador).

Foto: EFE

Para investigar cómo perciben las aves su colorido mundo, científicos de varias universidades estadounidenses liderados por la Universidad de Princeton, llevaron a cabo un estudio con colibríes en un entorno natural. Los resultados se publicaron este lunes en la revista PNAS.

“En comparación con los pájaros y otros muchos animales, los humanos somos daltónicos”, resume la profesora adjunta del Departamento de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Princeton, Mary Caswell Stoddard, autora principal del estudio.

En los ojos hay un tipo de células fotosensibles (los conos) que están situadas en la retina y son las responsables de la agudeza visual y de la diferenciación de colores.

Los humanos tienen tres tipos de conos, sensibles al color rojo, verde y azul, lo que permite ver los colores visibles del espectro electromagnético y uno que está fuera del espectro, el púrpura, que está entre el rojo y el azul.

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Sin embargo, las aves tienen cuatro conos en la retina, los tres que tenemos los humanos y un cuarto sensible a la luz ultravioleta que les permite todo un rango de colores fuera del espectro.

“Los colibríes son perfectos para estudiar la visión en color en la naturaleza. Han evolucionado para responder a los colores de las flores que anuncian una recompensa de néctar, así que pueden aprender las asociaciones de colores rápidamente y con poco entrenamiento”, explica la bióloga.

Para los humanos, el púrpura es el ejemplo más claro de color no espectral: técnicamente no está en el arcoíris, sino que surge cuando se estimulan nuestros conos azules (onda corta) y rojos (onda larga), pero no los verdes (onda media).

Pero mientras que los humanos solo vemos un color no espectral, el púrpura, las aves –teóricamente– pueden ver hasta cinco: púrpura, ultravioleta+rojo, ultravioleta+verde, ultravioleta+amarillo y ultravioleta+púrpura.

Pero “tener un cuarto tipo de cono de color extiende el rango de colores visibles para las aves a la luz ultravioleta, pero también les permite percibir una combinación de colores como el ultravioleta+verde y el ultravioleta+rojo”, detalla Stoddard.

Desde el Laboratorio Biológico de las Montañas Rocosas (RMBL) en Gothic, Colorado, los investigadores entrenaron a zumbadores de cola ancha silvestres (Selasphorus platycercus) para participar en experimentos y determinar cuántos colores no espectrales pueden ver estos pájaros.

Después, durante tres veranos, Stoddard y sus colegas de las universidades de Princeton, Columbia, Harvard, Maryland y RMBL, diseñaron una serie de experimentos para probar cuántos colores no espectrales pueden ver los colibríes.

Primero construyeron un par de tubos LED personalizados de “visión de pájaro” programados para mostrar una amplia gama de colores, incluidos los no espectrales como el ultravioleta+verde, y después hicieron experimentos en una pradera alpina que en verano está ocupada por zumbadores de cola ancha, un tipo de colibrí adaptado a las alturas y al frío.

Cada mañana, los investigadores colocaban dos comederos: uno con agua azucarada y el otro con agua normal y, junto a cada comedero, un tubo LED que emitía colores diferentes.

Los investigadores cambiaban periódicamente la posición de los tubos, así que las aves no podían servirse de la ubicación para conseguir agua con azúcar.

En pocas horas, los zumbadores salvajes habían aprendido cuál era el color que debían visitar si querían la dulce recompensa.

Los experimentos demostraron que los colibríes ven una variedad de colores no espectrales, como el púrpura, el ultravioleta+verde, el ultravioleta+rojo y el ultravioleta+amarillo.

“Fue increíble verlo”, dijo Harold Eyster, un estudiante de doctorado de la UBC y coautor del estudio. “La luz ultravioleta+verde y la luz verde nos parecieron idénticas, pero los colibríes siguieron eligiendo correctamente la luz ultravioleta+verde asociada con el agua azucarada”.

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