“Power Rangers” debutó en la televisión de EE.UU. en 1993 con el nombre de “Mighty Morphin Power Rangers”, una serie de bajo presupuesto consistente en un montaje en inglés de series niponas, en donde unos adolescentes con poderes sobrenaturales combatían a diversos “godzillas”.
La popularidad en Japón de las aventuras de estos equipos de héroes, llamados “Super Sentai” y que dieron origen a diferentes marcas como “Himitsu Sentai Goranger” o “Bioman”, terminó por encontrar en “Power Rangers” su adaptación al mercado estadounidense.
Saban recuperó los derechos sobre la franquicia en 2010 tras abonar unos 100 millones de dólares a Disney, que tenía el control de los personajes.
“Lionsgate es el hogar perfecto para elevar nuestra marca al siguiente nivel”, indicó Saban en un comunicado. “Tienen la visión adecuada, el poder de mercadotecnia y un increíble expediente a la hora de lanzar éxitos como ‘The Hunger Games’, ‘Twilight’ y ‘Divergent’”, agregó.
El creador de los “Power Rangers” se mostró confiado en que el nuevo filme capture ese universo de forma adecuada y lo traduzca en “un fenómeno memorable y único con un legado propio”.
Por su parte, Jon Feltheimer, presidente ejecutivo de Lionsgate, aseguró que la marca “es hoy más poderosa que nunca”, por lo que el objetivo es “maximizar el potencial de esta franquicia tan inmensamente exitosa y universalmente conocida”.
El estudio 20th Century Fox previamente estrenó dos cintas basadas en estos personajes: “Mighty Morphin Power Rangers: The Movie” (1995) y “Turbo: A Power Rangers Movie” (1997).
