“Si no hay libre circulación de personas, no puede haber libre circulación de bienes, servicios y capitales”, afirmó Von der Leyen en Croacia, tras asumir la presidencia rotatoria de la Unión Europea. Se trata de una advertencia para Gran Bretaña, que aún tiene que negociar sus futuras relaciones con la UE, en particular en el sector del comercio, tras la salida del bloque prevista para fines de enero.
El Gobierno de Boris Johnson manifestó su intención de poner fin a la libre circulación de personas, que hasta ahora permitió a los ciudadanos de la UE vivir en Gran Bretaña y a los británicos a desplazarse y vivir en los países de la UE.
El acuerdo de brexit regula, en líneas generales, el divorcio con la UE y tiene por objeto garantizar una transición fluida hacia una nueva relación futura que queda por definir.
Para ello, prevé un periodo de transición hasta fines de 2020. En este periodo, ambas partes negociarían acuerdos, en particular sobre comercio, pero también sobre seguridad, energía, pesca y transporte. Para el primer ministro británico no hay motivo para prolongar la transición más allá de 2020, opción prevista en el acuerdo de brexit. AFP