21 jun. 2025

Las FARC dicen que Uribe intenta capitalizar la fuga de Lizcano

Bogotá, 4 nov (EFE).- La guerrilla de las FARC consideró hoy que el presidente colombiano, Álvaro Uribe, “ha pretendido capitalizar a su favor” la fuga del ex congresista Óscar Tulio Lizcano el pasado 26 de octubre, hecho éste que atribuyó “a la ayuda de un desertor”.

En un comunicado difundido hoy las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dicen que el escape de Lizcano, quien permaneció secuestrado más de 8 años, “dependió, no de su Gobierno, sino de la acción individual de un traidor”.


En un comunicado difundido hoy las FARC dicen que el escape de Lizcano, quien permaneció secuestrado más de 8 años, “dependió, no de su Gobierno, sino de la acción individual de un traidor”. EFE | Ampliar imagen

La principal guerrilla colombiana alude en el escrito a “Isaza”, alias de Wilson Bueno Largo, el carcelero de Lizcano, quien ayudó a la fuga del ex parlamentario.

Ambos, rehén y ex carcelero, lograron entrar en contacto con tropas del Ejército en un puesto militar en un paraje selvático de San José del Palmar, localidad del departamento del Chocó, noroeste, tres días después de que el rebelde desertara para devolver al político a la libertad.

En el texto del comunicado, publicado en la página de la Agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol), con sede en Estocolmo, y que suele difundir escritos, proclamas y entrevistas de las FARC, también se indica que esa fuga se registra cuando “se inicia un proceso de intercambio epistolar” con intelectuales.

Se refiere a una propuesta aceptada por los mandos de las FARC la semana pasada cuando dijeron que reciben “con beneplácito” un mensaje de un grupo civil, entre ellos decenas de intelectuales, liderado por la senadora Piedad Córdoba, que invita a “explorar colectivamente caminos hacia la paz alejados del actual rumbo gubernamental de guerra perpetua”.

En ese mismo escrito, fechado el 28 de octubre, las FARC anunciaron que reafirmaban su decisión de buscar un acuerdo de intercambio humanitario de secuestrados por rebeldes presos y para ello solicitaron el respaldo de la “gran mayoría de presidentes latinoamericanos”.