La delincuencia se pone a tono con las finanzas de los ciudadanos que son víctimas de ella, y ante la crisis hacen rebajas en las extorsiones e incluso cobran en cuotas el dinero que exigen para la devolución de los rodados que son robados en la vía pública. El caso es simpático, pero a la vez resulta grave, porque hay un hecho concreto que se conoce de esta nueva modalidad.<br>Una persona identificada como Carlos Anastacio Ojeda González fue víctima del hurto de su automóvil Kia, tipo Pride, año 1997, en fecha 18 de octubre del año en curso en la zona de Villa Aurelia. En horas de la noche cuando había ido a misa, al salir ya no encontró su rodado. <br>Pero cuando iba rumbo a la Comisaría 11ª, jurisdiccional, recibe la llamada de un sujeto desconocido, quien le dice que no haga la denuncia y que su vehículo está en buenas manos, pero que para recuperar debía pagar una suma de dinero.<br> RÁPIDO. El delincuente le informa que debe abonar ocho millones de guaraníes para que le devuelvan su automóvil, pero el propietario dijo que no tenía dicha suma que lo máximo que podía entregarle eran G. 3 millones, pero que tampoco reunía todo en ese momento. Entonces el negociador le preguntó cuanto tenía y le respondió: Un millón y medio. <br>"Lleve ese dinero hasta el Shopping Multiplaza donde se le acercará una mujer para entregarle”, le dijo el criminal. Esto ocurrió horas después del robo. La segunda parte se entregó nuevamente en dicho lugar en un sector del estacionamiento dos días después y el automóvil fue abandonado en la zona de Lambaré, frente al colegio Gutemberg, según refiere el informe elaborado por los agentes de la Comisaría 11ª, Metropolitana.<br>Este es uno de los casos que se conoce del pago a extorsionadores para que devuelvan los vehículos, pero se sabe que casos similares a esto existen muchos.<br>LLAMAN DESDE TACUMBÚ<br>Hechos de este tipo en lo general se hacen desde la prisión de Tacumbú e igualmente de otros presidios del país, según fuentes policiales.<br>No solamente se hacen en casos de robos de vehículos también existen internos que piden dinero a cambio de no cometer secuestros de familiares de las víctimas que ocasionalmente son escogidas por ellos.<br> Los agentes de Antisecuestro de la Policía Nacional son los que siguen casos de este tipo y de acuerdo al circuito de llamadas, todas las celdas de las telefonías móviles señalan que se realizan desde los presidios.<br> En Tacumbú existe un bloqueador, pero que no funciona cuando la gente de prensa concurre al lugar.<br>Llama la atención que el equipo cuyo costo fue millonario funcione solamente de cuando en cuando.<br>