Tras cuatro días y cuatro noches de discusiones que comenzaron el viernes por la mañana y concluyeron en la madrugada del martes, los Veintisiete dieron luz verde a un fondo de recuperación de 750.000 millones de euros financiado con la emisión de deuda común, que incluirá 390.000 millones en ayudas directas y 360.000 millones en préstamos.
Junto al fondo, el plan acordado este martes incluye un presupuesto comunitario de 1,074 billones de euros para el periodo 2021-2027.
“El acuerdo del Consejo Europeo podría haber sido mayor, más moderno, menos gravoso en la gobernanza, más potente en el Estado de Derecho, con menos descuentos. Pero este paquete era inconcebible hace solo unos meses”, escribió en su perfil de Twitter la analista política del centro de estudios European Policy Centre Marta Pilati.
DEUDA COMÚN. En ese sentido, destacó que emitir deuda común de la UE ”a esa escala” y realizar transferencias transfronterizas “era impensable en el pasado”.
Pese a insistir en que “se perdieron algunas oportunidades”, incluido un presupuesto plurianual “más sólido y moderno”, Pilati subraya que el coste de no haber logrado un acuerdo en la cumbre habría sido “grande”, y habría supuesto “una señal económica y política internacional de que la UE no puede responder a desafíos comunes”.
El director ejecutivo del mismo centro, Fabian Zuleeg, consideró también en Twitter, que lograr un acuerdo era “una obligación” y la Unión “ha cumplido”.
Durante las cuatro jornadas de negociación, que han convertido a la cumbre en una de las más largas de la Historia comunitaria junto a la celebrada en Niza (Francia) en diciembre del año 2000, la mayor parte de los Estados miembros ha tenido que realizar concesiones para alcanzar la necesaria unanimidad.
Todos los líderes han celebrado lo pactado, pero las discusiones y, hasta cierto punto, el resultado, han quedado marcados por los países denominados “frugales” (Holanda, Suecia, Dinamarca y Austria), respaldados por Finlandia.
Pese a las concesiones que se han tenido que realizar para lograr el apoyo de los “frugales” y lograr un acuerdo, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, han mantenido su liderazgo y finalmente han conseguido que la UE cuente con un plan de recuperación de envergadura.
España e Italia
Este pacto de recuperación económica, aún pendiente de aprobación por parte de la Eurocámara en las próximas semanas o meses, ayudará a los europeos, especialmente a Italia y a España, a enfrentar la profunda recesión estimada para 2020 y parte de 2021 por la pandemia del Covid-19, que ha dejado hasta ahora más de 205.000 muertos en Europa.