27 oct. 2025

La propaganda, recurso para ganar a la opinión pública

Pekín. Carteles sobre el virus en una zona turística.

Pekín. Carteles sobre el virus en una zona turística.

Pantallas gigantes con mensajes de ánimo, apariciones presidenciales retransmitidas en televisión, ataques a Estados Unidos, censura en los medios y purgas a funcionarios: frente al nuevo brote del coronavirus, el régimen chino apuesta por la vieja propaganda para ganar la batalla de la opinión pública.

Desde que estallara una inusual tormenta de críticas por la gestión de la epidemia, en particular tras la muerte la semana antepasada del doctor Li Wenliang, el primero en dar la alarma y ser reprendido después por “difundir rumores”, el Gobierno chino ha intensificado sus mensajes para paliar el descontento.

Li fue aclamado como héroe en las redes sociales chinas, cuya indignación corrió sin freno despertando un renovado impulso en favor de la libertad de expresión: “Algo histórico ha sucedido en China. Hay un héroe fallecido en silencio con un noble epitafio construido por las lágrimas y la ira de millones de personas”, comenta un ciudadano que prefiere mantenerse anónimo.

Las autoridades eliminaron este tipo de comentarios en internet.

Unos días después de que estallaran los reproches, el presidente chino, Xi Jinping, reapareció portando mascarilla y rodeado de cámaras, al visitar una comunidad de vecinos y un hospital de Pekín para, según los medios oficiales, autoproclamarse “comandante en la lucha del pueblo chino contra el coronavirus”.

Y es que la presencia de la propaganda es omnipresente a lo largo del país y se atestigua en sus calles: “La prevención y el control de la epidemia son responsabilidad de todos”, reza una pancarta colgada en una de las zonas turísticas de Pekín, ahora completamente vacía, mientras que en una concurrida plaza comercial una enorme proyección proclama: “¡Ánimo, China!”.

El propio Xi ya avisó de que se debía “guiar” a la opinión pública y fortalecer el control informativo: el próximo paso es convencer de que “la economía no va a sufrir” por la crisis. EFE