Por Pa’i Oliva
oliva@riedr.net.py”
En los casi 365 días que nos quedan hasta las nuevas elecciones, cuando se nos presenta un año de vaciamiento, el Pueblo organizado en la sociedad civil y en los partidos tiene que hacer un esfuerzo de empoderarse. Cuando el presidente con su cantinela de reelección o de perpetuar a su entorno en el poder, y los legisladores y los ministros, y los representantes del Poder Judicial ya dedican más tiempo a consolidar su rekutu que a gobernar, es la ocasión para que el Pueblo organizado muestre su existencia.
En un año de ausencia del Gobierno, digámosles que ellos son los que sobran y no la ciudadanía empobrecida.
¿Qué significa todo esto?
Este ha de ser un año de mesas de análisis, de debates y cursos de formación política y ciudadana, de buscar juntos por qué somos uno de los dos países más atrasados del continente y de proponer salidas. Un año de abrir los ojos el mayor número de ciudadanos.
También un año en el que “mareemos a la perdiz”. En el que poniendo sobre la mesa problemas concretos de colectivos concretos, demostremos a todos con evidencia que el actual sistema ni sabe ni quiere ni puede sacar adelante al Paraguay.
Los que hemos celebrado la Resurrección de Jesús, y nos hemos comprometido una vez más a seguirle, hemos de unirnos a los demás conciudadanos que trabajan por ese “otro Paraguay posible”. Y este influir en mejorar la triste suerte del Pueblo es hacer política. La Política que hizo Jesús de Nazaret.