Tras su etapa en Israel, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, se reúne con varios dirigentes de la región en Jordania, casi un mes después del inicio de la guerra desencadenada tras el mortífero ataque perpetrado por el movimiento islamista palestino el 7 de octubre en territorio israelí.
Israel, que bombardea masivamente el enclave palestino desde entonces, también lleva a cabo desde hace más de una semana una ofensiva terrestre con combates cuerpo a cuerpo.
Los soldados que han “intensificado” sus operaciones, según el ejército, tienen rodeada desde el jueves la ciudad de Gaza, en el norte, para destruir “el centro de la organización terrorista Hamás”.
El ejército israelí afirmó el sábado que sus soldados habían matado a “decenas de terroristas y destruido infraestructuras de Hamás” en las últimas 24 horas.
También efectuaron un “ataque dirigido” en el sur de la Franja, donde han bombardeado pero pocas veces se han desplegado tropas. Enviaron “cuerpos blindados y de ingeniería” y las fuerzas abrieron fuego contra “una célula terrorista que salía de un túnel”, según el ejército.
Israel se propone “aniquilar” Hamás después de que el 7 de octubre milicianos islamistas penetraran en su territorio, matando a más de 1.400 personas, en su mayoría civiles, y secuestrando a unos 240 rehenes.
Desde entonces, el ejército israelí bombardea sin cesar este territorio controlado por Hamás, cuyo ministerio de Salud afirma que más de 9.200 personas, de ellas más de 3.800 niños, murieron por esta campaña.
Israel admitió el viernes que bombardeó una ambulancia en la ciudad de Gaza justo delante del hospital Al Shifa, el mayor de este territorio palestino.
El ejército dijo que la ambulancia era “usada por una célula terrorista de Hamás”. “Enfatizamos que esta zona en Gaza es una zona de guerra.
El ministerio de Salud de Hamás dijo que el ataque causó 15 muertos y 16 heridos, balance en el que coincidió la Media Luna Roja palestina. Un corresponsal de AFP vio numerosos cadáveres junto al vehículo sanitario destrozado.
El movimiento islamista tildó de “mentiras” las afirmaciones israelíes y aseguró que la ambulancia formaba parte de un convoy que transportaba “varios heridos para ser hospitalizados en Egipto”.
El jefe de la ONU, Antonio Guterres, se dijo “horrorizado” por el ataque. “Las imágenes de los cuerpos esparcidos en la calle fuera del hospital son desgarradoras”, afirmó. El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, insistió que “los pacientes, el personal de salud, las instalaciones y las ambulancias deben ser protegidos en todo momento”.