06 feb. 2025

La mayoría de los peregrinos pide trabajo y salud a la Virgen

Incesantes contingentes de fieles llegaban ayer hasta el Santuario de Caacupé en el sexto día del novenario. Caminando desde varios puntos, algunos fueron a pagar una promesa o pedir mejores condiciones de vida.

Por Teresa Domínguez
tered@uhora.com.py
Aprovechando el clima de la víspera, con un cielo nublado que permitía peregrinar sin sufrir los rigores del calor, Ramón Candia llegó hasta el santuario de la Virgen de Caacupé después de caminar unos 11 kilómetros, sin calzado, desde el lugar conocido como Pablito Róga.
“Vengo con mi familia a pagar una promesa que hice por la salud de dos de mis hijos”, cuenta el caminante, que por tramos tenía que cargar en brazos a su pequeña niña. Al lado iba otro hijo suyo y su esposa que también portaba un bebé. Ramón es oriundo de Atyrá (Cordillera), y como tantos otros paraguayos rogó a la virgen por salud y trabajo.
“Mucha gente pasa hambre, a veces llegan personas a mi casa llorando, pidiendo algo que comer. La falta de trabajo también hace que los jóvenes busquen un mejor futuro en otros países, cada vez se van más compatriotas del país”, lamentó Betti Otazú, de Asunción, que también llegó hasta el Santuario para pedir por sus sobrinos que migraron a Italia en busca de trabajo.
En el sexto día del novenario, ayer, las adyacencias de la basílica se inundaron de creyentes, brindando un panorama de vertiginoso movimiento a la ciudad. La Policía Nacional reforzó la seguridad en varios puntos y en especial en la zona del Tupâsy Ykua, según informó el suboficial principal Julio Rales.
Desde antes del amanecer los peregrinantes empezaron a llegar en grupos de amigos, compañeros o familiares. Algunos niños venían vestidos de blanco y con la capa azul, igual que la patrona de Caacupé, y otros portaban la imagen de la virgen hasta dentro del santuario para pedir la bendición.
Un importante contingente de cerca de 1.500 indígenas chulupíes y nivaclés también se movilizaron desde el Chaco para participar de las celebraciones religiosas que se cumplieron el fin de semana. Los nativos recorrieron más de 600 kilómetros hasta el Santuario, para lo cual algunos ya salieron el jueves de Filadelfia.

HOMILÍA. Durante la homilía de la misa de media mañana, el cura rector de Caacupé, Modesto Martínez, condenó el exceso en el que caen muchas personas, incluso haciendo uso de riquezas malhabidas en detrimento de los pobres y carenciados. Al criticar vicios como la gula y la borrachera, instó “a vivir la Navidad en oración, participando de los sacramentos y compartiendo el pan dulce y ropas con los que necesitan”. Finalmente pidió que los indígenas y campesinos sean respetados en sus derechos.

MOTIVACIONES
Eulogia Brítez, Peregrinante: “Pido el cambio de autoridades”
“Con mis 64 años vine caminando desde Itauguá, como lo hago desde niña. Cuando llegué al cerro lloré de emoción y le pedí a la Virgen que haya un cambio de autoridades, porque este gobierno es un cáncer que nos está agarrando, volvemos a vivir mal. Hay gente que va a la iglesia con su biblia pero en la realidad no vive la palabra de Dios.”

Óscar Silvero, Peregrinante: “Pido por más trabajo”
“Pido que haya más trabajo en el país y bienestar para mi familia. También vengo para agradecer a la Virgen por la exitosa culminación de los estudios de mi hijo. Soy de Fernando de la Mora y con mis familiares caminamos desde Ypacaraí, desde las seis de la mañana para llegar hasta la virgencita. Vengo cada diciembre desde hace cuatro años.”