17 may. 2025

La CPI aplaza informe sobre Bolsonaro en la pandemia

Datos. La investigación parlamentaria reveló una serie de irregularidades del Gobierno.

Datos. La investigación parlamentaria reveló una serie de irregularidades del Gobierno.

El Senado brasileño instaló en abril una comisión para investigar posibles omisiones del Gobierno de Jair Bolsonaro en el combate a la pandemia de coronavirus, que dejó más 600.000 muertos en el país.

En 5 meses, los legisladores convocaron a decenas de testigos y revelaron una serie de fallas en los bastidores de la gestión de la emergencia sanitaria que podrían acarrear consecuencias penales y políticas para el presidente y otros miembros del gobierno.

Pero el informe de la comisión, que debía ser divulgado el martes próximo, fue aplazado sine die, anunció ayer el Senado.

Los senadores hurgaron en las responsabilidades durante el desabastecimiento de oxígeno en la ciudad amazónica de Manaus en enero pasado.

La falta de oxígeno dio lugar a escenas de familias desesperadas haciendo fila para abastecer a sus seres queridos contagiados de Covid, y decenas de muertes por asfixia en medio de una segunda ola de Covid agravada por la variante Gama.

El ex ministro de Salud Eduardo Pazuello culpó a la empresa distribuidora y a las autoridades sanitarias locales de no haber advertido a tiempo que faltaría oxígeno.

El gobierno también afirmó haber puesto a disposición del estado de Amazonas el presupuesto para hacer frente a la pandemia. “No era el dinero lo que faltaba, era el oxígeno. Por problemas logísticos, la incompetencia del gobierno federal, las autoridades locales y muchos otros”, dijo Omar Aziz, presidente de la comisión investigadora, la CPI.

El director ejecutivo de Pfizer para América Latina afirmó ante la CPI que el gobierno ignoró al menos tres ofertas de 70 millones de dosis anti-Covid en agosto de 2020. La adquisición habría permitido a Brasil iniciar su campaña de vacunación con un mes de antelación, en diciembre, como en la mayoría de los países europeos.

Brasil empezó su campaña a cuentagotas a mediados de enero de 2021 con el inmunizante chino Coronavac, desacreditada por Jair Bolsonaro, y el de AstraZeneca. Las primeras dosis de Pfizer llegaron en abril.

La comisión identificó irregularidades en las negociaciones entre el Ministerio de Salud y Precisa Medicamentos, que se decía representante de la farmacéutica india Bharat Biotech.