Según informó la agencia oficial Xinhua, la nube de contaminación obligó a cerrar casi todas las autopistas de la provincia oriental de Jiangsu, vecina a Shanghái, en la mañana de hoy, donde la visibilidad en la capital provincial, Nankín, no llegaba a los 50 metros.
La ciudad costera de Qingdao, más al norte, tuvo que cancelar más de 50 vuelos en su aeropuerto, así como las actividades de su puerto, obligando a 70 barcos a detener sus operaciones.
También hubo cierres parciales de carreteras en Pekín, donde no obstante los fuertes vientos que afectaron hoy a la ciudad disiparon la niebla contaminante.
El centro meteorológico nacional ha aumentado hoy la alerta nacional por la baja visibilidad al nivel naranja (segundo en gravedad).
En días pasados, la metrópolis de Shanghái fue una de las más afectadas por la contaminación, hasta el punto de limitar las obras de construcción en la urbe y prohibir actividades escolares al aire libre.
El Ministerio de Medio Ambiente atribuye la fuerte contaminación al tráfico y al aumento del uso de carbón en las calefacciones, con el recrudecimiento del frío.
Los meteorólogos predicen que la situación mejorará en el este de China mañana mientras en el norte del país los vientos han reducido ya hoy los niveles de contaminación medioambiental.