Por Miguel A. Guillén
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La calidad del biodiésel producido localmente no llena los requisitos internacionales mínimos, tampoco los de Petróleos Paraguayos (Petropar), que en la actualidad se halla en experimentación incipiente con algunos productos agrícolas, según advierte un estudio sobre biocombustibles elaborado por la consultora Rodríguez Silvero y Asociados.
El documento puntualiza que Petropar no compra biodiésel del sector privado “por la razón básica de que el combustible producido a partir de materias primas agropecuarias sigue siendo deficiente en calidad”.
Afirma que directivos de dicha empresa estatal señalaron recientemente que la firma estaría dispuesta incluso a reducir levemente los estándares de calidad de forma a facilitar la obtención de ciertos productos agrícolas que puedan ser utilizados como materia prima para el biodiésel.
Existe la necesidad imperiosa de una política pública de biocombustibles, que ponga énfasis en este tipo de productos, y un ingente esfuerzo del sector privado por mejorar la oferta de los mismos. La política pública podría consistir en diversos tipos de fomento sectorial (asistencia técnica, crediticia e impositiva) así como en un mejoramiento de la normativa legal, señala el informe.
Normativa. En este contexto enfatiza que el mejor ordenamiento jurídico es solamente una condición necesaria, pero no suficiente. Incluso en países de centenaria tradición semi-ágrafa y de instituciones sumamente débiles, como Paraguay, no se discute la necesidad de la Ley de Fomento a los Biocombustibles, que ya existe, ni una reglamentación adecuada, indica.
También son necesarias la instalación de instancias públicas, no existentes todavía, que deberían combinar esfuerzos públicos con privados, y vice-versa, así como la consolidación de instituciones públicas, trabajando en consenso con el sector privado, como Rediex.
Ambos ámbitos, el normativo y el institucional, necesitan todavía mejoramiento así como consolidación y ampliación, indica. Añade que el consumo de gasoíl está en 1.000 millones de litros/año (1.000.000 metros cúbicos). El consumo de naftas está en 250 millones de litros/año (250.000 metros cúbicos).
Mezcla del 5%, en vilo
La posibilidad de lograr un 5% de mezcla de biodiésel con gasoíl, en los próximos 5 años, podría sufrir serias restricciones por la oferta local, conforme advierte el documento de referencia.
“Este país tiene dificultades de abastecimiento con biodiésel incluso para mezclas relativamente pequeñas, como actualmente el 2% sobre el combustible total (el 98% restante es obviamente gasoíl). El desiderátum de alcanzar proporciones mayores de biodiésel (5% en los próximos años) puede sufrir ante serias restricciones de oferta de parte del sector privado”, advierte.
Señala que las eventuales repercusiones ecológicas por el paso de un tipo de combustible (fósiles) a otro (bios) son aparentemente favorables. El uso excesivo de petrocombustibles inflige a la atmósfera severos cambios climáticos de diverso orden, con eventuales consecuencias catastróficas para todo el mundo, puntualiza el estudio.