Este vínculo continúa vigente años después en las graduaciones de secundaria, el estudio universitario, casamientos y hasta en el nacimiento de nuevos hijos, que se convierten en los “sobrinos” de los antiguos amigos.
“La amistad es importante, es el único sentimiento capaz de unir a pesar de las diferencias políticas, raciales o religiosas, el único sentimiento que puede unir a las personas”, destaca el doctor Artemio Bracho, propulsor del Día Mundial de la Amistad, que se celebra cada 30 de julio.
Unión. Marlene Coronel, Letizia Altamirano, Eugenia Zarza Goiriz, María José Ramos, Patricia Ruffinelli y Laura Perrotta se conocieron en los primeros años de la escuela en el colegio Apostólico San José.
“A pesar de que somos tan diferentes, somos muy unidas desde el preescolar, cuando nos conocimos con Laura, Eugenia y Patricia”, cuenta la sicóloga Marlene.
Años después, se unieron al grupo María José Ramos y luego Letizia Altamirano, quien cuenta que gracias a estas amigas, pudo adaptarse rápidamente al ambiente, ya que llegó a Asunción desde San Ignacio Misiones.
“Somos las comadres que se reúnen cada tanto y que prefieren llamarse por teléfono para comunicarse. Pero con la llegada de las redes sociales y el whatsapp con sus grupos, parece que estamos más unidas, sobre todo con Laura, quien actualmente hace una especialización en Italia”, sostiene Eugenia Zarza.
Las chicas recorren juntas el país, practican deportes extremos y se encuentran cada vez que hay casamientos o nacimientos de por medio.
El fundador de la Cruzada de la Amistad, Artemio Bracho explica que precisamente este sentimiento, que sale del corazón a pesar de las diferencias es la amistad en su máxima expresión. “No hay sentimiento como el que tengo cuando me encuentro con un amigo de la escuela, un compañero del colegio o de la facultad, me da un cosquilleo que viene directo del corazón”, afirma Don Artemio Bracho.
El fundador de la Cruzada de la Amistad tuvo su logro más importante cuando salió una resolución de la ONU por la que 192 países votaron por unanimidad su propuesta: Declarar cada 30 de julio como el Día Mundial de la Amistad.
Sin embargo, Bracho asegura que su lucha continúa porque no todos los países celebran el mismo día, como Argentina, que lo hace cada 20 de julio. “Hace poco hicimos un recorrido por todas las embajadas para pedir apoyo y que en cada rincón del mundo todos celebremos como amigos cada 30 de julio”, sentencia el experto.