25 abr. 2024

Itaipú: Revisión del Anexo C divide a especialistas del ala dura y flexibles

El Gobierno aún no sienta postura sobre las conversaciones con Brasil por Itaipú. No obstante, los técnicos y políticos encienden el debate con dos posiciones contrarias: ser exigentes o ser flexibles.

Al Gobierno paraguayo le quedaría poco más de dos años para lograr un acuerdo con Brasil, en el marco de la revisión del Anexo C de Itaipú, si se toma en cuenta la advertencia hecha por el Instituto de Profesionales Paraguayos del Sector Eléctrico (Ippse). El gremio señaló que, en setiembre de 2021, Itaipú ya tiene que elaborar su presupuesto para el 2022, ejercicio en el que prácticamente ya estará saldada la deuda de la binacional con el Estado brasileño.

Salvo la designación de Jeffrey Sachs como asesor, la administración de Mario Abdo Benítez todavía no ha establecido un postura oficial sobre el tema, lo que hace que crezcan las suspicacias y se multipliquen las opiniones de los entendidos del sector energético nacional, quienes van participando en diversos foros.

EXIGENCIAS. En ese sentido, dos claras posiciones han aflorado en los últimos meses. Una de ellas propugna que Paraguay se ponga firme en las exigencias al Brasil, iniciando por la venta del excedente de energía a terceros países a precio de mercado (previa modificación del Tratado) o, la contratación del 100% de la energía paraguaya, para luego vender al mercado brasileño a valores más elevados. La idea es apoyada por varios técnicos.

Victorio Oxilia, ex secretario de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), explicó que si los brasileños se niegan a mantener la tarifa de venta actual (que está alta porque se pagan USD 2.000 millones al año por la deuda), la alternativa nacional es traer toda la energía y firmar un contrato directo con Brasil para venderle el producto a precio de mercado, que oscilaría 55 dólares el megavatio hora (MWh).

Con esto se termina la cesión de energía, que se hace por un precio ínfimo y se aseguran más ingresos, mencionó. Añadió que la administración de la energía ya no tiene que hacerla la ANDE, sino una nueva organización a nivel estatal.

El ingeniero Germán Escauriza expresó que no se puede hablar de negociación, pues el Tratado solo establece la revisión y es mandatorio. El documento estipula que se tiene que analizar la relación de la deuda y el uso de la energía en todos estos años, de manera a que Paraguay haga valer sus derechos de una vez por todas.

FLEXIBILIDAD. Otra postura plantea tener más flexibilidad y prudencia con Brasil, pues no hay muchas garantías de poder vender energía a terceros países, ni de lograr que el país vecino pague más caro por el producto.

Héctor Richer, ex presidente de la ANDE, explicó que se tienen que analizar una serie de factores si se busca la venta a terceros, empezando por hacer las líneas de transmisión, estudiar las leyes de los países por dónde se pasará y las regulaciones del mercado.

Aseguró que, si se va a negociar, se debe buscar un paquete integral, no enfocarse solo en algunas exigencias puntuales. Mencionó que se tiene que ver la factibilidad real, cuáles son los requerimientos de potencia y energía para el país y apuntó que no se puede hablar de vender si no se sabe cuánto va a consumir Paraguay. Tampoco uno va a vender al precio que quiere, sino lo que el mercado está dispuesto a pagar, enfatizó.

Por su parte, el técnico Nelson Cristaldo aboga más por el libre mercado, pues señaló que Paraguay está en esta situación porque tiene un monopolio estatal ineficiente y corrupto. Cuestionó que se hable de Sachs, pues es muy poco lo que se tiene que negociar. Dijo que la situación solo se trata de comprar la energía que le corresponde a Paraguay, no ir a vender, pues la ANDE no va a vender, ya que las firmas estatales ya no hacen eso.

Acotó que no se puede pretender imponer una energía cara al Brasil, más aún cuando el Gobierno de Jair Bolsonaro demostró que quiere pagar barato. A su criterio, se tienen que crear las condiciones para que los empresarios y la industria eléctrica compren el producto y se hagan cargo del desarrollo.

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