“Se pueden oír los aviones desde aquí; estamos atacando todo el día. Tanto para preparar el terreno ante una posible entrada, como para seguir atacando a Hezbolá”, declaró el jefe de las Fuerzas Armadas israelíes, el teniente general Herzi Halevi, ante una brigada de tanques, indicó un comunicado castrense.
“Su entrada allí con fuerza (...) mostrará [a Hezbolá] lo que es encontrarse con una fuerza de combate profesional”, añadió.
El ejército israelí anunció anteriormente la movilización de dos brigadas de reserva y su despliegue en el norte del país, para “continuar el combate” contra Hezbolá.
Biden consideró, poco después de esos anuncios, que “una guerra total es posible”, aunque también aseguró, en declaraciones a la cadena ABC, que “todavía está en juego la oportunidad de llegar a un acuerdo que podría ser un cambio fundamental para toda la región”.
REGRESO DE DESPLAZADOS. Por el momento, Israel, que afirma que su ofensiva busca asegurar el regreso a sus hogares de los habitantes del norte desplazados por los enfrentamientos con Hezbolá, bombardeó por tercer día consecutivo el sur y el este de Líbano, dos bastiones de la formación chiita Hezbolá respaldada por Irán.
Al menos “51 personas murieron y 223 resultaron heridas” en varios bombardeos el miércoles, que también tuvieron como objetivo pueblos situados fuera de los bastiones del movimiento, indicó el ministro de Salud libanés, Firass Abiad.
Más de 90.000 personas se vieron forzadas desde el lunes a abandonar sus hogares en Líbano a causa de los ataques israelíes, informó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), una agencia de la ONU.
El ejército israelí indicó que en ese periodo había bombardeado “más de 2.000” posiciones de Hezbolá, incluyendo “varios cientos” el miércoles.
El lunes, los primeros ataques israelíes masivos en Líbano mataron a 558 personas e hirieron a más de 1.800, según las autoridades libanesas, la cifra más alta en un día desde el final de la guerra civil en el país (1975-1990).
Desde octubre, un total de 1.247 personas, en su mayoría civiles, murieron en Líbano en el marco de los enfrentamientos entre Hezbolá e Israel, según la misma fuente.
MISIL CONTRA TEL AVIV. En Israel, las sirenas antiaéreas sonaron al amanecer en Tel Aviv, cien kilómetros al sur de la frontera libanesa, cuando Hezbolá disparó un misil tierra-tierra que fue interceptado, según el ejército.
“Es la primera vez que un misil de Hezbolá alcanza la zona de Tel Aviv”, indicaron los militares.
Por la noche, la organización proiraní Resistencia Islámica en Irak reivindicó un ataque con drones contra la ciudad portuaria de Eilat, en el sur de Israel.
El ejército israelí señaló que había interceptado un dron procedente del este y que otro había caído cerca de Eilat, en tanto que los socorristas dieron parte de dos heridos leves en el ataque.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reúne de urgencia en Nueva York, donde la preocupación por la escalada entre el ejército israelí y Hezbolá domina la Asamblea General.
El jefe de la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, Philippe Lazzarini, teme que Líbano se convierta en una nueva Franja de Gaza, donde un conflicto enfrenta a Israel con el movimiento islamista palestino Hamás desde el 7 de octubre de 2023. También el papa Francisco denunció en el Vaticano la “terrible escalada” en Líbano, calificándola de “inaceptable”.
“Estamos asestándole a Hezbolá golpes que nunca imaginó. Lo estamos haciendo con fuerza y astucia. Les puedo prometer algo: no descansaremos hasta que (los desplazados del norte) regresen a sus hogares”, afirmó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Hezbolá prometió seguir atacando a Israel “hasta el final de la agresión en Gaza”.