AFP y EFE
GAZA
Israel intensificó el miércoles sus ofensivas en los alrededores de Ciudad de Gaza.
El Gobierno israelí enfrenta presión interna y externa para poner fin a su campaña de casi dos años en la Franja de Gaza, donde su ejército se alista para tomar la mayor ciudad del territorio, que según la ONU sufre una hambruna.
Los mediadores transmitieron un borrador de acuerdo para un alto el fuego y la liberación de rehenes que fue aceptado por el movimiento islamista palestino Hamás, cuyo ataque contra Israel del 7 de octubre de 2023 desató la guerra en Gaza. Israel aún no ha respondido.
En el terreno, el Ejército israelí afirmó el miércoles que la evacuación de la ciudad de Gaza es “inevitable”.
“La evacuación de Ciudad de Gaza es inevitable (...) cada familia que se reubique en el sur recibirá la mayor ayuda humanitaria posible”, escribió en la red X el portavoz en árabe del ejército, Avichay Adraee.
Residentes del barrio Zeitún de la ciudad dijeron que hubo intensos bombardeos durante la noche.
“Varias casas en Zeitún fueron destruidas. Nosotros aún estamos en nuestra casa. Algunos vecinos huyeron, pero donde quiera que huyas, la muerte te sigue”, declaró Tala al Jatib, de 29 años.
Netanyahu declaró que la guerra “comenzó en Gaza y terminará en Gaza. No dejaremos a esos monstruos allí”.
El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, prometió el viernes destruir ciudad de Gaza, si Hamás no acepta poner fin a la guerra en las condiciones israelíes.
El Ministerio de Defensa aprobó los planes de tomar la ciudad y autorizó la movilización de unos 60.000 reservistas.
La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC), una autoridad respaldada por la ONU, declaró el viernes que la zona de Ciudad de Gaza sufre una hambruna y una agencia de Naciones Unidas atribuyó la situación a “la obstrucción sistemática de Israel”.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó el reporte de “mentira descarada” y este miércoles el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí afirmó que va a pedir la retractación del informe y denunció que la IPC está “politizada”.
En Israel, decenas de miles de manifestantes se congregaron el martes en Tel Aviv para exigir el fin de la guerra y un acuerdo para liberar a los rehenes en manos de Hamás, coincidiendo con una reunión del gabinete de seguridad israelí.
“¡Ya basta!”, clamó Silvia Cunio, una argentina emigrada a Israel cuyo hijos –Ariel y David– están secuestrados en Gaza.
Netanyahu ordenó la semana pasada conversaciones inmediatas para asegurar la liberación de los rehenes, sin dejar de lado el plan de tomar ciudad de Gaza.
Reclamo a ONU
El Ministerio de Exteriores israelí pidió este miércoles a la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF) retractar su informe, usado por la ONU para declarar una hambruna en Gaza y áreas aledañas, al considerar que los datos fueron “fabricados”. En una carta dirigida a la CIF, iniciativa global usada como referencia para determinar la magnitud y la gravedad de la inseguridad alimentaria y la malnutrición, Israel alega que el baremo para declarar la hambruna en Gaza ha sido rebajado, y que otra información “ha sido ignorada”.