El servicio de Urgencias de la Unidad Sanitaria de San Antonio del Instituto de Previsión Social (IPS) dispone de un solo médico clínico, a veces dos, que están de guardia y no abastecen la demanda diaria de más de 220 pacientes. Este centro no tiene pediatra de guardia, un reclamo de los asegurados desde hace años.
A este panorama se suma el precario edificio que data de 1967, cuyas paredes presentan humedad, la pintura está destruida y su estructura se cae a pedazos, todo ello en un centro que tiene un promedio mensual de 3.000 pacientes. Se están haciendo refacciones.
Un total de 3.362 asegurados fueron atendidos en tan solo dos semanas en Urgencias, que arroja un promedio diario de 220 pacientes. El centro recibe personas provenientes de Villeta, San Lorenzo, Ñemby, Villa Elisa, Lambaré, J. A. Saldívar, Capiatá y otros. El servicio no tiene internación, solo camas de observación, que suman cuatro, de las cuales dos son para casos de reanimación.
El crecimiento poblacional de San Antonio, con la habilitación de comercios, apertura de supermercados y más fábricas, incide en el crecimiento de la demanda en el único centro de la previsional disponible en la zona.
“Tenemos un muy alto flujo (de pacientes). Eso obedece justamente a que nuestra categoría de Unidad Sanitaria no se condice con la demanda local, ya que deberíamos tener categoría de clínica periférica”, dijo el doctor Christian Doldán, director médico.
En la categoría de clínica, el servicio de Urgencias ya cuenta con un clínico, un pediatra y un ginecólogo. “Prácticamente acá estamos un clínico para todo lo que venga. Hace falta más médicos”, admitió con relación a la falencia del servicio.
Un parto se registró este mes, pese a no tener ginecólogo de guardia. Los casos de accidentes laborales y de tránsito se atienden con frecuencia en el servicio, los pacientes graves se derivan al Hospital Central.
Algunos no son para urgencias, señaló el doctor Doldán, esta situación recarga el servicio. Por ejemplo, solo 96 personas de 3.362 eran situaciones de gravedad que sí requerían atención inmediata, los demás eran gripe, hipertensión y otros casos leves.
Otra de las falencias es que la farmacia y el laboratorio no abren las 24 horas, la atención es solo de 12 horas al día. El pedido de elevar a la categoría de clínica periférica ya se realizó y este paso permitirá contratar más médicos para Urgencias, señaló el doctor Carlos Irala, director.