En los últimos 14 años las diferentes administraciones del IPS desembolsaron cerca de G. 200 mil millones a los hospitales de las cooperativas menonitas del Departamento de Boquerón en Neuland, Chortitzer y Fernheim. Tomando como referencia solo el dinero del 2021 al 2024 daría para la construcción de dos hospitales del porte de una sede regional del IPS.
En el 2022, el IPS inauguró dentro de su plan para dar respuestas a sus asegurados el Hospital Regional de Villarrica con un costo de inversión total de G. 49.000 millones. El centro asistencial fue construido para cubrir la salud de unos 15.300 aportantes del departamento. Mientras que entre 2021 y 2024 la previsional destinó en servicios tercerizados G. 130.790 millones para dar respuesta a unos 20.318 asegurados.
El presidente del IPS, Jorge Brítez, en visita al Chaco se refirió sobre el desafío de la construcción de un centro de alta complejidad en Boquerón.
“Nosotros estamos hablando conjuntamente con el Ministerio de Salud para hacer un convenio. El problema de un hospital no es solamente la parte edilicia, el problema es el mantenimiento y, sobre todo, el nivel de los profesionales. Lo que queremos es optimizar los servicios, que profesional que venga pueda trabajar para el Ministerio y para IPS, que sea más atractiva la oferta que le hagamos”, citó Brítez a medios del Chaco.
Para Brítez, la construcción podría cubrirse en tanto que se debería establecer un mejor plan para los recursos humanos. “Yo creo que el servicio siempre va ir en aumento por más que podamos construir un hospital de alta complejidad en el Chaco vamos a recurrir a nuestros aliados hospitales de las cooperativas” refirió Brítez. Para dar respuesta en materia de salud a Boquerón están los contratos con los hospitales menonitas instalados por las cooperativas de trabajadores del Chaco Central, en una larga relación el IPS desembolsó del 2010 al 2014 unos G. 199.000 millones en contratos y ampliaciones.
Lo que hizo IPS con G. 49.000 millones. Teniendo como referencia a Villarrica con G. 130.000 millones se podrían dar curso a dos centros asistenciales que podrían contar con áreas de diagnóstico y tratamiento con 16 consultorios para Clínica Médica, Pediatría, Odontología, Oftalmología, Gineco-obstetricia, Traumatología, Urología, Neurología, Endocrinología. Además el proyecto incluyó un vacunatorio, diagnóstico e imágenes: Rayos X, Ecografía, Espirometría, Tomografía, Mamografía, Tomografía, PAP y colposcopia. También salas de cirugía: Un quirófano central, una sala de cirugía gineco-obstetricia, una sala de partos, rehabilitación y fisioterapia. Apoyo y servicio con cocina, lavandería, vestuarios, farmacia, caseta de control de accesos, servicios generales, lavandería, cocina, esterilización, morgue. Más urgencias y área administrativa, esto según el desglose de lo invertido en el centro regional de Villarrica en el 2022, mismo periodo en el que IPS desembolsó G. 57.899 millones en un contrato para 24 meses que terminó en 14 meses. En la zona el Instituto de Previsión Social cuenta, además, con el hospital de Villa Choferes con un promedio de 9.000 atenciones según histórico bioestadístico, incluido en el anuario del IPS de los procedimientos médicos en los últimos 10 años.
Denuncias de asegurados por grandes costos en salud
La tercerización del servicio que se realiza a través de grandes adjudicaciones del IPS a los hospitales de Neuland, Chortitzer y Fernheim, no cubren con las necesidades de los asegurados de Boquerón. Los pacientes denuncian que IPS les sirve para cierto monto en las atenciones y que finalmente siempre terminan pagando por procedimientos y medicamentos, que al ser parte de un servicio privado representan un alto costo para los aportantes.
Consultas por G. 105.000 para casos ambulatorios, 140.000 para urgencias y análisis básicos que sobrepasan el millón de guaraníes.
Sin alternativas. “Hace años que uno no puede ir a estos hospitales si no tiene plata, si nos enfermamos si o si terminamos pagando. A veces porque nos vamos y ya se termina la plata. Nos dicen que IPS no cubre todo”, señala una de las afectadas. Y remata que “en el Chaco sin plata no te podés enfermar”.