Las zonas más afectadas incluyen General Díaz, Margarita y la franja fronteriza con Argentina, donde el desbordamiento del río Pilcomayo y las precipitaciones han dejado caminos completamente intransitables. “La situación está afectando tanto la parte alimenticia como sanitaria de la región. En algunos lugares ni siquiera vehículos 4x4 o tractores pueden ingresar”, advirtió Reinau.
La preocupante situación que están causando las constantes e intensas lluvias en el Chaco paraguayo está impactando directamente sobre la salida de ganado gordo hacia los frigoríficos nacionales, que proveen tanto al mercado interno como para la exportación.
Como consecuencia, el precio de la carne experimentó un leve incremento, influido no solo por las condiciones climáticas, sino también por una creciente demanda internacional. Paraguay está ganando presencia en mercados como Estados Unidos, Canadá, México e Israel, países que incrementaron sus importaciones de carne paraguaya en los últimos meses.
Menor faena. “La faena en los frigoríficos se redujo a un 50% por la baja disponibilidad de animales. Aunque no hay desabastecimiento, sí hay una menor oferta, lo que eleva los precios”, explicó Reinau.
En cuanto a los supermercados y carnicerías, Reinau aseguró que la costilla –uno de los cortes más demandados durante las próximas festividades de mayo– no escaseará. Sin embargo, otros cortes, como el vacío, podrían encarecerse, según adelantó porque se exporta más que la carne con hueso, que prácticamente no se vende al exterior.
El dirigente gremial también señaló que, de prolongarse la situación climática adversa, es probable que los precios de la carne se mantengan altos durante todo el año.
Esto se debe tanto a factores internos como externos. “Este año los precios estarán más o menos estabilizados, como consecuencia de varias situaciones: Inundaciones, falta de caminos y mucha demanda por parte de Estados Unidos, por ejemplo”, indicó.
Finalmente, Reinau recordó que el productor ganadero viene de enfrentar cinco años de sequía, con altos costos en combustible, alimentos y logística. “Ahora lo que se busca es recuperar algo de lo perdido, pero, lamentablemente, todos esos costos terminan trasladándose al consumidor”, concluyó el ganadero.