20 ago. 2025

Inseguridad azota a Hospital Regional en plena pandemia

Situación. Los funcionarios de salud viven cada día con temor por la inseguridad.

Situación. Los funcionarios de salud viven cada día con temor por la inseguridad.

Al temor de lidiar con posibles casos de coronavirus (Covid-19), los usuarios y todo el personal de blanco del Hospital Regional de Ciudad del Este también deben lidiar con la ola de inseguridad que azota la zona.

Pese a ser el mayor centro médico público del Este del país no cuenta con un servicio de seguridad desde que en diciembre del año pasado venció un convenio con la Fundación Tesãi, que le proveía de este servicio, y hasta la fecha recibe cobertura de seguridad, por lo que están expuestos a robos, como el caso que se registró en la madrugada del domingo, cuando un solitario hombre ingresó a pediatría y se llevó insumos médicos, la caja de ahorros de los funcionarios y hasta un reloj de pared.

“La seguridad está en manos de las personas que están acá. Ahora estamos pidiendo un resguardo a la Policía Nacional. Vamos a presentar notas, tanto a la Gobernación y a los diferentes entes de nuestra ciudad. Realmente esto está sobrepasando”, comentó el doctor Federico Schrodel, director del Hospital Regional.

Explicó que no pudo precisar el valor monetario del perjuicio causado por el solitario ladrón. “Es un daño inmenso porque nosotros trabajamos y luchamos para tener esos equipos de protección individual, entonces es un daño que realmente hace contra el pueblo”, dijo.

No es la primera vez que ocurre un hecho similar, comentó el director. En ese sentido, señaló que ya hubo casos de robos de motocicletas y destrucción del lavatorio de manos.

El marginal ingresó por el área de Farmacia, que está abierta durante las 24 horas, y se dirigió directamente hasta el área de Pediatría. Se trata de un hombre alto, de entre 50 y 59 años, que ingresó con una bata médica, que se presume la tomó de la basura.

El personal médico y los funcionarios claman por resguardo policial o seguridad privada para evitar más robos en plena pandemia, que azota a Ciudad del Este.

ALTERADO. El doctor Schrodel relató que están pasando por un momento muy complicado porque la gente llega al centro médico visiblemente alterado. “Entendemos la situación de hartazgo en que vive la gente, no es que no tenemos ninguna empatía. La gente nos grita en la cara donde están los millones, no sé cuánto, que se prestó, en el que nosotros no tenemos arte ni parte”, manifestó.

“En el peor de los casos se le pide que se compren insumos que no tenemos en stock, pero la gente reacciona y se estalla contra los funcionarios de salud”. “Pero la gente ya viene, por el hartazgo que está teniendo por esta situación global que se está viviendo, ya viene nerviosa”.

Recordó un episodio donde una persona nerviosa, que no pudo retirar medicamentos para su mamá, empezó a golpear los vidrios.