La fiscala Sara Torres la imputó por desacato a una orden judicial, tras negarse ayer a la prueba de ADN y de toxicología que habían solicitado los investigadores.
La mujer, ya detenida e imputada por violación del deber del cuidado debía presentarse a una audiencia de imposición de medidas, la que no se pudo realizar porque alegó no contar con un abogado. Su pareja, un ciudadano alemán, también está vinculado al caso e igualmente se encuentra con prisión preventiva.
Tanto el extranjero como la mujer se niegan a colaborar con la investigación de la extraña desaparición de la niña, que fue vista por última vez el 15 de abril, en Monte Pacará, Emboscada, Departamento de Cordillera, donde pasaba la cuarentena junto a su madre, su hermana y su padrastro.