A criterio de Giménez, no se puede permitir que esto siga ganando ventaja competitiva en el país, a costa del esfuerzo de las empresas formales. “No nos vamos a cansar de exigir que existan mayores y más eficientes controles, verificaciones y lucha frontal contra el flujo de productos que ingresan de manera informal a través de nuestras fronteras y que dañan a los importadores formales y amenazan los puestos de trabajo de nuestro sector”, destacó.
También consideró importante no ahondar las brechas en materia de competitividad de las empresas formales con cargas arancelarias y tasas de servicios –en algunos casos incluso por servicios no prestados, según mencionó– que en el fondo aumentan la presión impositiva generando más oportunidades a este flagelo.
Al tiempo de expresar que no todo es solo exigir y reclamar, Giménez destacó que la contribución del sector hace a una mejor calidad de vida de los paraguayos: “No estamos desde una posición de mezquindad, pensando únicamente en nuestro negocio, sino en una genuina preocupación por un Paraguay mejor”, enfatizó.
El gremio cuenta con más de 500 empresas importadoras y afines, las cuales contribuyen con más del 50% de ingresos fiscales.