La foto del pequeño muerto en las playas de Turquía rápidamente se transformó en un símbolo del calvario que viven los miles de refugiados sirios en su éxodo.
Aylan viajaba en una de las dos embarcaciones que habían salido de la localidad turca de Bodrum con destino a la isla griega de Kos, puerta de entrada de la Unión Europea. Pero algo salió mal y naufragaron.
Los guardacostas turcos fueron alertados por los gritos de los pasajeros de los barcos y pudieron rescatar los cuerpos de 12 personas, entre ellos, el de este niño pequeño que yacía en la playa boca abajo, según informaron desde el portal digital infobae.com.
En el naufragio murieron cinco menores y siete adultos, mientras que 15 personas pudieron ser rescatadas.
La fotografía de un agente turco cargando al menor fue difundida por los medios y las redes sociales con el hashtag #KiyiyaVuranInsanlik (‘La humanidad ha naufragado’, en turco).
“El bote que llevaba al niño y a su familia estaba pensado para cuatro personas, pero había 15 refugiados a bordo”, explicó el funcionario. “No había fuertes vientos, lo más probable es que entraran en pánico y que muchos no supieran nadar”, explicó un guardacostas.