En este tiempo de Cuaresma, los obispos de Paraguay, reunidos en la 244.ª Asamblea General Ordinaria de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), enviaron un fuerte mensaje a las autoridades nacionales.
Recordaron que en la carta pastoral del mes de noviembre de 2024 “vieron signos de crisis y dolor, que los desafía para sostener la esperanza que no defrauda”.
“Vemos que la corrupción busca manipular y debilitar el sistema democrático, en favor del lucro mal habido de personas y grupos de poder egoístas”.
“En el mismo espíritu de esa Carta Pastoral acompañamos la crisis y el escándalo que envuelven y afectan a los poderes del Estado, ante las denuncias de tráfico de influencias y el poder del narcotráfico. Vemos que la corrupción busca manipular y debilitar el sistema democrático, en favor del lucro malhabido de personas y grupos de poder egoístas, que pueden torcer la Justicia según sus deseos”, se explayaron.
Los obispos señalaron que defender la justicia y hacer justicia es un deber sagrado, para afirmar la dignidad de todos y asegurar la convivencia, propiciando la equidad, la rectitud, la imparcialidad y la moderación en las relaciones sociales.
Mencionaron sus intenciones de “alimentar la esperanza”, exhortando a las autoridades y a todos los ciudadanos “al compromiso indeclinable con la verdad, la justicia y la caridad”.
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Igualmente, los obispos resaltaron la necesidad de “los signos que desarticulen la trama corrupta que atenta contra el recto funcionamiento de las instituciones del Estado”.
Consideraron necesario que la carta magna sea respetada y cumplida “asegurando el equilibrio y la separación de poderes para el servicio honesto a la Patria”.
“Para fortalecer la confianza ciudadana, se debe sanar nuestra democracia con la colaboración de todos, ciudadanos y autoridades, servidores del bien común. Consideramos especialmente necesario que las instancias de selección y de enjuiciamiento de los diversos actores del Poder Judicial realicen su servicio con imparcialidad y verdadero compromiso con la idoneidad y competencia que requiere la institución de justicia”, puntualizaron.
Asimismo, hablaron de la necesidad de la conversión a la vida mejor en el amor, la verdad y la justicia “abandonando el miedo y todo lo que nos paraliza en el pecado y la corrupción”.
Agua para el Chaco, educación accesible y salud
Finalmente, invitaron a “seguir sembrando juntos, con actitud sinodal, semillas de esperanza, especialmente en el cuidado de la casa común” y en el desafío de suministrar agua potable en el Chaco.
También, en el compromiso fuerte y decidido con el cambio en el uso del poder como servicio, en la misión de brindar educación accesible y de calidad, en la atención de salud pública y en la reforma eficaz del sistema penitenciario.
Por último, instaron a velar para que tanto la explotación extensiva del campo como los emprendimientos de minería se enmarquen en el respeto al medioambiente y en la justicia social, y que se proteja a indígenas y campesinos de desalojos violentos, que amenazan la integridad y la dignidad de las personas.