Los animales son las otras víctimas de Santa Juana, municipio de la región de Biobío donde los incendios forestales desatados una semana atrás. Allí instalaron una clínica abierta en la Escuela Recaredo Vigueras Araneda, a un costado de la Plaza de Armas. Decenas de perros, gatos, pollos y gallinas fueron trasladados hasta ahí para ser atendidos e intentar curar sus heridas. Se trata de una iniciativa impulsada desde la Alcaldía pero que ha recibido el apoyo de voluntarios que salen por los vecindarios, cerros, campos y bosques en búsqueda de animales que sobrevivieron al incendio pero que quedaron lesionados en esta zona ganadera donde los agricultores conviven con caballos, gallinas, bueyes, además de los más domésticos, gatos y perros. “Quisimos hacer este centro porque es una catástrofe lo que nos ocurrió, hay muchos animales afectados, hay muchos sectores rurales totalmente quemados”, explica Susan Angulo (33), veterinaria municipal. AFP