La sesión ordinaria del Senado de ayer se convirtió en un hervidero tras la disputa por la integración de comisiones.
Por la titularidad de Obras Públicas hubo hasta acusaciones de supuesto conflicto de intereses entre los colorados Colym Soroka y Natalicio Chase.
“Pejagarrapá (agarran todo)”, fustigó la liberal Celeste Amarilla, reclamando que le hayan excluido de varias comisiones, mientras que otros se anotaron hasta en 9.
El presidente del Congreso, Silvio Ovelar en busca de calmar los ánimos, se comprometió de revisar la situación.
“Creemos que se han extralimitado en sus funciones”, reclamó la senadora Amarilla.
“Si habremos de tener en cuenta los votos obtenidos, tenemos el doble de votos de los que decidieron dónde vamos a estar. Realmente estamos muy molestos. Queremos que se rectifique”, dijo.
Mandó al frente a los cartistas Lizarella Valiente y Basilio Núñez, que se anotaron para 9 comisiones. “Les sugiero que se pongan ruedas los días martes para llegar a las 9 comisiones”, ironizó.
“Se tiene que reparar este daño inadmisible, único en su especie”, criticó, comparando con la práctica stronista.
Basilio retrucó diciendo que no le iban a amenazar fácilmente, y alegó que él no estará en la comisión más importante que es Hacienda.
Volvió con su discurso de que él no compró ni un solo voto y tampoco su banca.
Ovelar en su intervención intentó ser jocoso alegando que el que integre 4 comisiones asesoras sería “Superman”.
Esperanza Martínez también cuestión el copamiento, e hizo referencia a las versiones de que la intención sería dejar fuera del cargo al fiscal general del Estado, Emiliano Rolón y varios ministros de la Corte Suprema de Justicia.
Pulseada colorada. Chase, quien confirmó que ya integra la bancada de Honor Colorado, negó las acusaciones de su correligionario, Soroka, sobre supuesto conflicto de intereses, ya que tiene una firma constructora y está al frente de la comisión de Obras Públicas del Senado.
Refirió que no quería tener roces con Soroka, pero al mismo tiempo mandó al frente a otro senador de su partido, Luis Pettengill, indicando que “si se trata de conflicto de intereses no tendría que ser senador, siendo un empresario de la carne”.
Por su parte, Colym se mantiene en sus acusaciones de que lo de Chase es un tema de conflicto de intereses, pero que no dejaría la Comisión de Obras, sino que seguiría allí para controlar y ser “la piedrita en el zapato de otros”.