EFE
SAO PAULO - BRASIL
El candidato Fernando Haddad enfrentó ayer críticas de los laboristas, un importante socio que abrió una brecha en la alianza de izquierdas formada para enfrentarse en la segunda vuelta de las presidenciales al ultraderechista Jair Bolsonaro, fortalecido tras un nuevo sondeo.
A las dificultades de Haddad para conformar un amplio frente democrático suprapartidario contra el polémico capitán en la reserva del Ejército se sumaron las voces discordantes de algunos dirigentes del Partido Democrático Laborista (PDT).
Los laboristas, que postularon a Ciro Gomes y cayeron derrotados al quedar terceros en la primera vuelta de los comicios con el 12,5%, denunciaron la falta de autocrítica del Partido de los Trabajadores (PT) apenas una semana después de haber dado su apoyo crítico a Haddad de cara a la segunda vuelta.
El primero en cuestionar a la formación ‘petista’ fue Cid Gomes, hermano de Ciro y quien dijo en un evento a favor de Haddad, celebrado en la víspera en Fortaleza, que el PT merece perder la elección del 28 de octubre.
También instó al PT a entonar el mea culpa, tener humildad y reconocer que hicieron muchas tonterías, entre los abucheos de algunos de los asistentes, a los que llegó a calificar de tontos.
Las críticas de Cid Gomes fueron respaldadas por el presidente del PDT, Carlos Lupi, quien aseguró que esas afirmaciones son compartidas por buena parte de su partido. “El PT tiene que ser humilde y reconocer sus errores. Ellos no tienen autocrítica”, expresó Lupi y añadió que la cultura del PT es solo la de querer recibir apoyo y nunca querer apoyar a nadie.
Por su parte, Bolsonaro, aún convaleciente en su casa de Río de Janeiro tras recibir una grave puñalada el 6 de setiembre durante un mitin, continúa haciendo campaña a golpe de tuit. El polémico aspirante por el Partido Social Liberal (PSL) prometió en esa red social que, si es elegido presidente, extraditará inmediatamente al ex activista italiano de izquierda Cesare Battisti, algo que fue vetado por el propio Lula el último día de su segundo mandato, en 2010. De acuerdo con la encuesta de Ibope, el polémico candidato lidera las intenciones de voto en todas las regiones del país –excepto en el empobrecido nordeste–, así como entre el electorado masculino, femenino, blanco, negro, evangélico y aquellos con un nivel de educación superior.
“Creo que en la primera vuelta fuimos victoriosos, llegamos a más de 30 millones de votos y ahora vamos a establecer la estrategia para la segunda vuelta”, dijo el aspirante a falta de 12 días para la celebración de los comicios.
 
    
     
    
    