19 jun. 2025

Gusanos californianos pueden frenar la contaminación de ríos

80 mil litros de aguas servidas por hora van al río Paraguay, causando su degradación. Pero gracias a un tratamiento con lombrices se puede recuperar el agua con un 95% de pureza. Conozca la idea.

plan de tratamiento rios

A través del alcantarillado de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) se arrojan al río Paraguay aguas servidas de más de un millón de personas de toda el área metropolitana.
La Essap no cuenta con un sistema eficiente de tratamiento de estas aguas, antes que las mismas vayan a parar al río, y como el agua que la población consume a diario sale del mismo río a donde van a para los desperdicios cloacales, el grado de coliformes fecales en el líquido vital es elevado, pese a los tratamientos a base de cloración, junto a otros productos químicos y la influencia de la cal.
Esta situación tiene un doble impacto: por un lado, sobre la salud de la población y también sobre la calidad del agua del río.
Ante esta situación surge la alternativa de implementar un sistema de tratamiento de aguas servidas a base de biofiltro dinámico aeróbico.
En palabras más sencillas, utilizar millones de lombrices californianas que consumen los desechos filtrando de manera natural el agua, sin necesidad de recurrir a elemento químico alguno.
Este procedimiento ya se está implementando en la ciudad de Itauguá, donde 2.100 personas serán beneficiadas dentro de dos años.
El proyecto tuvo un costo de más de un millón de dólares, pero según Mirta Páez Mesa, encargada del proyecto, lo que se gana en cuidado ambiental es incomparablemente superior. Páez explicó que este proyecto ha sido adquirido de Chile y puede ser implementado en la ciudad de Asunción para solucionar el problema de contaminación del río, ya que con el sistema de gusanos se obtiene agua con 95% de pureza.
Y como Asunción ya cuenta con el sistema de alcantarillado, solo se tendrá que construir la planta de tratamiento, por lo que los costos serían mucho menores.
EL MÉTODO. El procedimiento habitual de depuración de desechos mediante la aplicación de cloro resulta dañino al medio ambiente.
El método de los gusanos californianos consiste en lo siguiente (ver infografia): los desechos sólidos son arrojados a una piscina, regados con las mismas aguas residuales y un pequeño ejército de lombrices, criadas en Paraguay, en la reserva ecológica de Itauguá.
La piscina está rellenada con diferentes capas que actúan como un filtro percolador, compuesto en orden descendente: primero, una capa de humus y lombrices, las cuales tienen excelentes características desintegradoras de residuos sólidos y orgánicos; luego, una capa de aserrín y viruta para una segunda filtración; una capa de gravilla y una capa de bolones.
Estas dos últimas capas proveen soporte y aireación al sistema, asegurando su permeabilidad. La lombriz está encargada de mantener la flora bacteriana activa y de degradar toda la materia orgánica.
Las lombrices realizan la depuración a través de su digestión filtrando el agua. Además, un sistema de desinfección que utiliza rayos ultravioleta elimina los elementos patógenos tras su paso por el filtro.
La depuración del agua es de un 95%, o sea, por ese resto de 5% el agua no es potable. Sin embargo, las aguas que pasan por este filtro ya no causan un impacto tan negativo sobre los principales cauces de agua del país.
Las cifras
86%
de las aguas servidas son arrojadas en los ríos de América Latina, según el Tribunal Latinoamericano del Agua.

100%
de los arroyos del Paraguay están contaminados debido a que son utilizados como vertederos de todo tipo de residuos, según el ingeniero Roger Monte Domecq.

1.304.280
personas consumen diariamente agua que proviene del río mediante Essap.


UNA SITUACIÓN CRÍTICA
Durante el Segundo Congreso Paraguayo de Recursos Hídricos, realizado la semana pasada, diversos profesionales y agentes sociales hicieron un llamado a toda la sociedad para salvar los cauces de agua del país.
Además, establecieron que la situación del agua en el país es crítica, ya que no existen políticas concretas para evitar que siga siendo contaminada por aguas servidas y residuos de fábricas, mataderías y curtiembres.
Según los organizadores del congreso, si no se crea una actitud de defensa del vital líquido, dentro de unos años ya no podremos salvar los arroyos y los ríos que están siendo contaminados diariamente.