La navegabilidad del río Paraná está cada vez más complicada y la situación tiende a dificultarse, según las previsiones de expertos, quienes pronostican que las condiciones podrían mejorar recién para fin de año. Si bien la bajante del Paraná prácticamente no se visualiza en el eje Encarnación-Posadas, en otros sectores el cauce del río ofrece un desolador panorama, en especial, en territorio argentino, donde el canal está prácticamente vacío.
En lo que respecta a la zona de Encarnación –según el informe de la Prefectura Naval con asiento en la capital de Itapúa–, entre febrero y julio de este año, se registra una bajante superior a un metro. Los registros de la Armada señalan que el nivel de Paraná en febrero estaba en 10,5 metros y este 20 de julio la marca estaba en 9,03 metros.
Dicha diferencia de nivel prácticamente no es visible en la capital de Itapúa, atendiendo que la hidroeléctrica mantiene un espejo de agua de importantes dimensiones que hace invisible la bajante en Encarnación.
Sin embargo, en lo que respecta a aguas arriba –en la zona del nordeste de Itapúa–, la situación es completamente diferente y la bajante del Paraná está a la vista de todos. En lo que hace aguas abajo de la represa Yacyretá, el panorama es absolutamente deplorable y desolador.
EMBARQUE DE GRANOS. Estas condiciones del río afectan gravemente a la navegabilidad de las barcazas graneleras que operan en la zona, que prácticamente no pudieron zarpar desde marzo de este año, lo que ha afectado seriamente el embarque de granos por agua desde el Departamento de Itapúa a los mercados internacionales, lo que ha obligado que empresas y multinacionales estén transportando los granos (soja) en camiones a los puertos de Asunción y otros a Brasil.
Según los datos brindados por los puertos graneleros de Itapúa, este año apenas se pudo embarcar solo el 20% de los granos que debían ser enviados por agua en este 2021. La crítica situación, producto de la bajante del río, provocó además que desde marzo las barcazas no puedan ni siquiera maniobrar.
Otro hecho no menor es que hasta donde se pudo operar, marzo 2021, el embarque de granos en los puertos de Itapúa, se hacía solo el 60% de la capacidad de las barcazas, debido a la bajante del agua.
Siempre en el contexto de esta crítica situación, meses atrás se realizó una maniobra de pasaje por la esclusa de Yacyretá y permitió que cinco convoyes cargados de granos que quedaron varados, puedan continuar su viaje.