La victoria de Joe Biden en las presidenciales de 2020 se anunció tras cuatro días de intenso suspense. Las encuestas dan un empate técnico entre los dos candidatos, la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump, por lo que este año no parece que vaya a ser diferente.
“Todo se va a reducir a siete estados muy disputados, y en muchos de ellos no tendremos datos suficientes para hacer una proyección antes del final de la tarde, al principio del día siguiente o, en algunos casos, varios días después de las elecciones”, explica a la AFP Joe Lenski, vicepresidente ejecutivo de Edison Research, el instituto que suministra a un consorcio de cadenas (ABC, CBS, NBC News, CNN) sondeos a pie de urna, proyecciones y recuentos.
El sistema de elección de Estados Unidos es indirecto. Los votantes de cada estado eligen a los miembros de un colegio electoral encargado de nombrar al presidente. Pero los procedimientos de votación y recuento difieren entre estados.
Por ejemplo, Wisconsin y Pensilvania, dos estados clave, comienzan a contar los votos anticipados hoy, el día de las elecciones.
Los medios de comunicación serán los encargados de anunciar la victoria de Harris o Trump.
En los estudios la presión recae en las “mesas de decisión”, los equipos de estadísticos y analistas que proporcionan en estimaciones basadas en los primeros resultados parciales.
“Lo que está en juego es realmente enorme. Hay una presión increíble para captar la atención de los telespectadores y darles información lo más rápidamente posible, pero el mayor riesgo es sacrificar la precisión”, señala Costas Panagopoulos, profesor de Ciencias Políticas en la Northeastern University. AFP