“El Gobierno y el Pueblo de la República del Paraguay condenan enérgicamente los horrorosos atentados simultáneos y múltiples ocurridos la pasada noche en París, Francia, y lamenta la pérdida de más de un centenar de vidas inocentes, además de numerosos heridos”, señala.
En el comunicado también manifiesta su consternación ante los repudiables acontecimientos y se solidariza con el Gobierno y el pueblo francés en el difícil momento en que les toca vivir.
Además, reiteró su “tajante rechazo y condena a toda manifestación de terrorismo, extremismo e intolerancia del tipo que fuere por ser absolutamente inaceptables e incompatibles con la esencia y naturaleza humana”.
Concluye que hechos de esta naturaleza no pueden menoscabar los principios de libertad, igualdad y fraternidad, pilares de nuestros sistemas democráticos.De forma casi simultánea, seis ataques golpearon la noche de la capital francesa, con sus bares y terrazas llenas de gente gracias a las suaves temperaturas y al comienzo del fin de semana.
En el este de la ciudad, junto al canal de Saint Martin, dos hombres a cara descubierta, según testimonios recogidos por Efe, abrieron fuego con armas automáticas en torno a las 21.30 (20.30 GMT) sobre los clientes del bar Petite Cambodge.
Después continuaron su recorrido disparando “a quemarropa” contra otros locales de ocio, como el bar Bonne Biere, dijo el dueño de un café cercano.
Pocos minutos más tarde, al menos dos hombres (se desconoce aún si se trata de los mismos) irrumpieron gritando “Alá es el más grande” en la sala de conciertos Bataclan, un lugar legendario de la escena musical parisina, y tomaron como rehenes a los espectadores presentes.
Poco después de la medianoche, unas ráfagas de disparos y varias detonaciones anunciaron el asalto de las fuerzas especiales de la Policía sobre el lugar.
Simultáneamente, se produjeron tres explosiones en las inmediaciones del Estadio de Francia (situado al norte de la capital francesa) mientras se disputaba el partido amistoso entre Francia y Alemania, al que asistía el propio Hollande, quien fue evacuado por los servicios de seguridad.
El recinto deportivo (con una aforo de 80.000 espectadores) quedaba cerrado con el público en su interior y se impidió la entrada y la salida de cualquier persona.