La imagen de una familia durmiendo sobre colchones en el patio de su casa debido a la falta de energía eléctrica se ha popularizado esta semana convirtiéndose en todo un símbolo de la desesperación en la que subsiste la población en medio de una ola de calor que ya ha batido récords.
Las altas temperaturas de las últimas semanas son un verdadero castigo para muchas familias al no tener garantizada la provisión de energía eléctrica. Los pobladores de ciudades y barrios enteros han debido improvisar para poder sobrevivir a la ola de calor sin poder utilizar ventiladores ni acondicionadores de aire. Los cortes en algunos casos llevan varios días y las autoridades de la ANDE no les han ofrecido explicaciones ni les han dado respuestas. Quienes poseen un vehículo han podido trasladar sus dormitorios a los mismos, los demás, han optado por dormir sobre sus colchones en sus patios.
Debido a la ola de calor que azota al país desde principios del año hizo que la ANDE haya registrado nuevos picos históricos de consumo de energía. El Presidente de la ANDE había informado que uno de los valores a los que se llegó equivale a casi la potencia de dos centrales hidroeléctricas de Acaray. Según el funcionario, “El sistema eléctrico paraguayo respondió acorde a los requerimientos del consumo”, mientras las redes sociales se recargaban de reclamos por los constantes cortes de luz.
La realidad es que, el precario sistema de distribución eléctrica se sobrecarga y provoca los cortes. Como alternativa de solución, a largo plazo, la empresa estatal ha pedido a los usuarios que declaren sus cargas, y que denuncien las conexiones clandestinas.
De esta manera, la Administración Nacional de Electricidad, lejos de ofrecer una solución a los usuarios por los cortes de luz en plena y agobiante ola de calor extremo, traslada la responsabilidad a los consumidores para evitar los apagones en la temporada de verano.
La castigada población está impotente ante la situación y reclama soluciones.
Es deber y obligación del Gobierno ofrecer respuestas satisfactorias e inmediatas al problema de los sucesivos cortes de energía eléctrica. Son absolutamente inaceptables las excusas de sobrecarga del sistema. Los funcionarios y los técnicos deben contar con herramientas que les permitan analizar el escenario climático, de modo a formular alternativas ante fenómenos como los que estamos viviendo actualmente.
El Paraguay dispone de tres represas hidroeléctricas que generan energía limpia; y esa es una riqueza que no beneficia a la población por la falta de gestión, previsión e inversión de los sucesivos gobiernos y autoridades que acostumbran década tras década formular las mismas excusas.
Pero esta situación ya no puede sostenerse.
La imagen de familias enteras durmiendo en el patio por los cortes de energía son una anécdota cruel que retrata la incompetencia de las autoridades. Los paraguayos tenemos derecho a recibir servicios eficientes que garanticen nuestra calidad de vida. El Gobierno debe dar respuestas y soluciones.