La crisis abierta por las sospechas de financiación irregular del partido del presidente Jair Bolsonaro continúa en medio del silencio oficial y la divulgación de unas tensas conversaciones entre el mandatario y un ministro que perdió el cargo a raíz del escándalo.
La posibilidad de irregularidades en las cuentas presentadas a las autoridades electorales por el Partido Social Liberal (PSL), que postuló a la Presidencia a Bolsonaro, le costó esta semana el cargo al ministro de la Secretaría General del Gobierno, Gustavo Bebianno.
El ahora ex ministro presidía el PSL hasta el año pasado y, según el diario Folha de São Paulo, habría usado dinero de fondos públicos para promover unas candidaturas fantasmas de esa formación, pero el escándalo puede ir aún más lejos e involucrar también al titular de la cartera de Turismo, Marcelo Álvaro Antonio. Sobre este último, que también pertenece al PSL, pesan sospechas similares, aunque limitadas al estado de Minas Gerais, lo que, en caso de confirmarse, podría llevar a Bolsonaro a otra destitución que dejaría a su propio partido sin un solo representante en el gabinete ministerial. Desde que hace una semana estalló la crisis que acabó con la salida de Bebianno, el Gobierno se mantuvo en silencio sobre el asunto, comentado solo en las redes sociales por Carlos Bolsonaro, hijo menor del presidente que llegó a tildar de mentiroso al ahora ex ministro.
El menor de los Bolsonaro aseguró que Bebianno mentía cuando dijo la semana pasada que habló con su padre tres veces en un día, y fue luego respaldado por el propio gobernante. Pero unos audios divulgados el martes, con grabaciones de unas tensas conversaciones entre Bolsonaro y Bebianno, demostraron que sí conversaron esas 3 veces, una evidencia sobre la que el Gobierno también se mantuvo en silencio. Las discordias con quien hasta hace unos meses presidía el PSL generaron un visible malestar en el grupo parlamentario de ese partido, que se expresó al punto de que el martes la formación oficialista contribuyó con sus votos para anular un decreto dictado por el Gobierno sobre la protección de informaciones ultrasecretas.
Entre los diputados que rechazaron ese decreto estuvo Luciano Bivar, actual presidente del PSL, que pudiera ser salpicado también por las irregularidades electorales y que ayer comentó con sorna su voto contra el Ejecutivo. “Me equivoqué”, dijo sonriendo a periodistas.