Todas las importaciones deberán ser ahora validadas por el sistema SIRA, que requerirá para la aprobación de cada operación del visto bueno de la AFIP, la Aduana, la Secretaría de Comercio y el Banco Central.
Según la norma, el principal objetivo del nuevo régimen es dar trazabilidad y previsibilidad a las importaciones.
“Si bien hay ciertas mejoras en ese sentido, una mirada del régimen en su conjunto revela que el objetivo principal es maximizar los márgenes de maniobra del Gobierno para tener un mayor control sobre el flujo de importaciones y la salida de divisas con el fin último de cuidar los dólares de las reservas”, observó la consultora Abeceb en un informe.
MÁS RESTRICCIONES. La creación del SIRA se encadena con otras medidas del Gobierno con relación a las importaciones. A finales de junio, profundizó las restricciones para acceder al mercado cambiario oficial para la compra de divisas para pagar importaciones y, recientemente, incrementó el universo de bienes bajo licencias no automáticas de importación, que ya alcanza el 42% del total importado. Con el nuevo SIRA, entre otros aspectos, se evaluará si la empresa que solicita hacer una importación incurrió en operaciones de sobre o subfacturación o tuvo “prácticas abusivas”.
“Habrá un importante freno en las importaciones durante los próximos días de octubre, que podrían rondar los 1.500-2.500 millones de dólares”, señaló Abeceb.
Según la firma Delphos Investment, “estos cambios apuntan a interrumpir el drenaje de divisas para ‘cuidar las reservas’ y cumplir las metas de acumulación con el Fondo Monetario Internacional, que aparecen como muy desafiantes”. EFE