La Fundación Hugo, con sede central en la ciudad de Coronel Bogado, dio sus frutos en todo el país y celebra sus 10 años de continuo trabajo con progreso y éxito en varios proyectos llevados a cabo desde la entidad.
En ese sentido, el presidente de la Fundación, Eddie Ramírez Osorio, destaca que el trabajo de su organización fue sumando importantes alianzas en el exterior, con instituciones de cooperación, redes y alianzas multiactores en donde se desenvuelven de forma activa.
“Hemos crecido bastante, nuestro trabajo traspasa las fronteras de Coronel Bogado y se ha proyectado al mundo. Hoy nos reconocen como una institución comprometida tanto con las comunidades indígenas, con el medioambiente, y con los derechos de la niñez, la infancia y la adolescencia”, señala Ramírez.
La Fundación Hugo se constituye en tres ejes prioritarios: los derechos de los pueblos indígenas, la militancia en favor de los ecosistemas y los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes.
“Estas líneas aterrizaron en escenarios geo-gráficos concretos: el Chaco paraguayo, y la región sur del Paraguay, desde donde se iniciaron los primeros proyectos”, revela el presidente y adelanta que poseen proyectos, alianzas y trabajos en sinergia, a partir de tres programas institucionales.
Al ser consultado sobre las acciones que están llevando a cabo, comentó que han desarrollado alianzas con instituciones de renombre en todo el mundo, que favorecie-ron la realización de acciones positivas para las comunidades pobres y marginadas, y se logró el financiamiento para impulsar trabajos para la juventud, que permitieron apoyar también acciones de mujeres, en muchas partes del país. Citó como una experiencia en Itapúa con mujeres de Arroyo Porã, y el Chaco paraguayo, con mujeres de las comunidades de Nueva Promesa y El Estribo.
Ramírez Osorio destaca dos programas en particular que permitió crecer a la funda-ción; el programa trinacional (Paraguay, Bo-livia y Argentina) Chaco Sustentable, donde se creó una alianza con ICCO Cooperación y Kerk In Actie (Holanda), a través de un convenio con el Centro de Estudios Regionales y de Tarija (Cerdet), y se desarrollaron acciones con comunidades indígenas en materia de seguridad alimentaria. Así también se fo-mentó el liderazgo juvenil en apoyo a la espiritualidad de los jóvenes indígenas e impulsó acciones positivas de mujeres indígenas.
“Este programa nos ha permitido reforzar alianzas a nivel nacional, internacional y global, y generar un impacto concreto en la vida de mucha gente en el Chaco paraguayo. Formamos parte de este programa desde el año 2016”, destacó el presidente.
Otro de los programas es Humedales Sin Fronteras, desarrollada mediante un conve-nio de cooperación con Both Ends (Holan-da). “En este programa somos alrededor de 20 instituciones que trabajamos en territorios concretos para la preservación del sistema de humedales de los ríos Paraguay y Paraná. La preservación de este sistema de hume-dales y ecosistemas asociados, incluyendo el mantenimiento de sus funciones hidrológicas y biológicas, es esencial para la conservación de la calidad de vida, la protección contra inundaciones, la provisión de agua potable y para la soberanía alimentaria de sus habitantes”, indicó Ramírez.
Explicó que la Fundación Hugo hace un aporte trabajando con gobiernos locales en el impulso de corredores bioculturales, y en el trabajo con organizaciones sociales y gru-pos de jóvenes desarrollando actividades de capacitación para generar conciencia socioambiental.
En el proyecto, Nuestros Derechos en la Agenda 2030, con el apoyo de la Unión Eu-ropea y liderado por la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA), se trabaja para fortalecer y garantizar la participación activa y efectiva de las organizaciones de la sociedad civil en el pro-ceso de implementación de la Agenda 2030 a nivel nacional. Explicó que en este trabajo están acompañando en el asesoramiento a diez gobernaciones para fortalecer sus sistemas de protección a la niñez y la adolescencia.
El presidente de la Fundación aseguró que la meta es seguir acompañando el fortalecimiento de las organizaciones y las comunidades con las que actualmente trabajan para que ellas cuenten con mayor autogestión y tengan las capacidades para exigir, trabajar y mejorar su calidad de vida y la de su entorno.