Las autoridades taiwanesas dijeron que el sismo y sus réplicas fueron los más intensos en esta isla en 25 años, y alertaron de que pueden producirse más temblores en los días venideros.
Todos los decesos ocurrieron en el condado de Hualien, el punto más cercano al epicentro del sismo en el este de la isla, señaló el cuerpo de bomberos. Además, la fuente revisó al alza el número de heridos, cuyo balance se sitúa ya en 1.011 personas, pero no se precisó la gravedad de las lesiones.
Tres de las víctimas mortales murieron aplastadas por rocas, cuando hacían senderismo, y otras tres perecieron en sus vehículos, alcanzados por aludes. Una persona murió en una cantera, según los primeros detalles aportados por las autoridades.
“Todo temblaba violentamente. Los cuadros en la pared, el televisor y el mueble de licores se cayeron”, dijo un vecino de la ciudad de Hualien a la televisión SET TV.
Los medios locales mostraron numerosos edificios de varias plantas en Hualien peligrosamente inclinados después de la sacudida.
En Ciudad Nueva Taipéi, en el norte, un almacén se derrumbó, pero más de 60 personas salieron con vida de los escombros, dijo el alcalde.
“Fue como si una montaña colapsara”, contó Liu, que vive junto al almacén, donde funcionaba una imprenta.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) señaló que el terremoto tuvo una magnitud de 7,4 y se produjo justo antes de las 08H00 locales (00H00 GMT). La agencia meteorológica taiwanesa estimó la magnitud en 7,2, mientras que la japonesa lo calibró en 7,5.
El epicentro se situó a 18 kilómetros al sur de Hualien, con una profundidad de 34,8 km, indicó el USGS.
“El terremoto fue cerca de la tierra y es poco profundo. Se sintió en todo Taiwán y las islas (...). Es el más fuerte en 25 años”, declaró a periodistas Wu Chien-fu, director del Centro Sismológico taiwanés.
Estados Unidos ofreció a Taiwán “toda la ayuda necesaria” y una portavoz del Consejo de Seguridad afirmó que están monitoreando “la información sobre el impacto del terremoto...”. En septiembre de 1999, un terremoto de magnitud 7,6 mató a unas 2.400 personas en Taiwán, en el que todavía es el desastre natural más mortífero en la historia de este territorio.