La iniciativa quedó archivada para alivio de Castillo, que con solo cuatro meses en el cargo vio cómo los sectores de derecha que aún no reconocen la legitimidad de su victoria electoral hicieron su primer intento para despojarlo de la Presidencia.
El mandatario podrá respirar tranquilo al menos tres meses, pues la próxima semana el Parlamento entra en receso hasta marzo y hasta entonces no podrá intentar nuevamente la destitución del jefe de Estado.
Este primer envite se quedó a seis votos de conseguir los 52 necesarios para admitir a trámite la moción y, con ello, abrir un proceso de vacancia (destitución) presidencial que se resolvería en un máximo de diez días.
La iniciativa, que perseguía declarar a Castillo “incapaz moral permanente” por, entre otras cosas, presuntamente haber ejercido presiones para ascender irregularmente a allegados suyos en las Fuerzas Armadas, obtuvo 76 votos en contra frente a 46 a favor y 4 abstenciones.
La moción apenas pudo conseguir apoyos más allá de los tres partidos de derechas que la promovían, entre ellos el fujimorista Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País. Son los mismos tres partidos que apoyaron las denuncias de fraude electoral lanzadas sin pruebas por Keiko Fujimori tras perder las elecciones presidenciales ante Castillo. EFE