18 may. 2025

Fieles festejaron Kurusu Ára con karu guasu y mucha chipa

Alrededor de los altares adornados especialmente con chipa, con karu guasu, misas y rezo del rosario, como cada 3 de mayo y luego de dos años de pandemia, los católicos conmemoraron ayer el Día de la Cruz (Kurusu Ára), una tradición que combina lo religioso con lo popular.

En la capilla San Cayetano del barrio Sajonia de Asunción, más de 400 comensales –en su mayoría, niños– saborearon el guiso carretero de arroz, tallarín de pollo y vori vori de pollo en honor a la cruz. Los más pequeños fueron los encargados de completar el kurusu jegua (cruz adornada), colgando 500 chipas alrededor del altar.

Andrés Caballero Santa Cruz, promotor cultural, comentó que hace 14 años se festeja en la comunidad el Día de la Cruz, como la herencia de la devota abuela de san Cayetano, doña Lida. ‘‘Ella siempre decía que debíamos honrar y venerar el Día de la Cruz en recordación a santa Elena que en el año 302 encontró el madero santo’’.

Esta misma tradición se celebró dentro de la Basílica Santuario de la Virgen de Caacupé. El Kurusu Jegua tomó forma con laureles de cuyos gajos colgaban centenares de chipas, que una vez culminada la adoración fueron repartidas a quienes se acercaban a rezar en el lugar.

En la Villa Serrana, doña Carmen de Benítez adornó la cruz que su marido encontró hace tiempo y que, según comentó, su esposo le tiene una fe tremenda. Lo destacable es que esta veneración a la cruz que realiza la familia Benítez en el barrio Tupãsy Ykua, data desde hace más de 30 años.

Un día antes, doña Carmen y su marido prepararon el altar para adornar la cruz y luego de cada rezo se repartieron centenares de chipas especialmente elaboradas para la ocasión. Es por ello que, cada 3 de mayo los chicos del barrio ya se encuentran expectantes para cuando termine la adoración y acercarse para recibir una de las centenares de chipas que están colgadas en el altar del Kurusu Jegua, relató el corresponsal Darío Bareiro.

En Fernando de la Mora, zona Sur, la familia García también ofrendó un altar de chipas, rezos y cánticos a la santa cruz. Tradición que mantienen desde el año 1928.